El funcionamiento del cerebro de las ratas, la clave para entender el cerebro humano

Cuántas veces no hemos escuchado la expresión  “usamos solo el 10 % de nuestro cerebro”, con esta creencia subestimamos la actividad de este vital órgano.

Al menos, eso es lo que afirma una investigación realizada por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), aunque hay que especificar que hasta ahora solo han realizado experimentos con ratas.

Este equipo de investigadores ha descubierto que las dendritas, las prolongaciones ramificadas de las células nerviosas por las que estas reciben y transmiten los estímulos externos, son mucho más que un canal transmisor que lleva información de una neurona a otra. Y dado que las dendritas conforman el 90 % del tejido neuronal, este hallazgo implicaría que la actividad cerebral podría ser diez veces superior de lo que se cree, que no quiere decir que por ello seremos diez veces más inteligentes.

Para entenderlo mejor, hay que conocer cómo procesa y almacena la información un cerebro:

Las neuronas son las células nerviosas del cerebro, y están compuestas por dos partes; el cuerpo, que recibe el nombre de soma y de él surgen ramificaciones, llamadas dendritas. El soma genera breves impulsos nerviosos para comunicarse con otras neuronas. Hasta hace algunos años, los neurocientíficos pensaban que esos impulsos activaban las dendritas, acción con la que lograban enviar las corrientes de soma a soma. Este sería el proceso que permitiría la formación y almacenamiento de recuerdos y del aprendizaje.

Sin embargo, de acuerdo con los investigadores de la UCLA, las dendritas juegan un papel que va más allá de ser un conducto pasivo de señales eléctricas.

Según Mayank Mehta, director de la investigación, “las dendritas son mucho más activas que el soma, y saberlo va a cambiar nuestra comprensión de la forma en la que el cerebro procesa la información. Esto podría llevar a nuevos tratamientos para los desórdenes neurológicos y al diseño de computadoras que piensen y resuelvan problemas como los humanos”.

Lo que han descubierto el doctor Mehta y sus colegas es que las dendritas de las ratas también generan sus propios impulsos. Y en una cantidad diez veces mayor que los somas. Además, han comprobado que estos impulsos tienen voltajes diferentes, a diferencia de los de los somas.

En lenguaje informático, podríamos decir que los somas funcionan como el código binario (unos y ceros) y hacen computación digital, mientras que las dendritas hacen computación analógica, con fluctuaciones.

Teniendo en cuenta esta actividad de las dendritas, y que poseen un volumen casi cien veces mayor que el de los centros neuronales, Mehta estima que el cerebro tiene una capacidad computacional cien veces superior a la estimada.

Hasta ahora, el experimento sólo se ha realizado en ratas, pero si los científicos comprueban que este proceso es idéntico en el cerebro humano podríamos hallarnos ante un cambio de paradigma en la comprensión de este órgano.

Según Jason Moore, investigador de UCLA y uno de los autores del trabajo, “asumimos que el aprendizaje ocurre cuando los cuerpos de dos neuronas están activos a la vez, pero nuestras investigaciones sugieren que eso podría suceder cuando están activos tanto el soma como las dendritas, y que diferentes partes de estas podrían activarse en diferentes momentos, lo que implicaría que el aprendizaje es un proceso mucho más flexible de lo que creíamos”.

Esto supondría una transformación radical en lo que sabíamos del funcionamiento del cerebro que podría llevar a nuevos tratamientos contra desórdenes cerebrales hoy incurables, y a la creación de inteligencias artificiales muy similares a las humanas. (Muy Interesante España)

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