Le mea moni – El no retorno de las cosas

Por Padre Santo

La expresión de la tradición moderna como signo de búsqueda de cambio, el arquetipo temporal que modela el presente, el futuro y que en el pasado inmemorial atestigua la permanencia de normas sociales bien aprendidas (valores), se convirtieron hace tiempo en ritos que evitaban la intromisión de cambios, sin embargo, hoy existe despojo a esa identidad a punto de desaparecer. (Paz Octavio, 1950).

La incomodidad de una crisis que ahora vive México es una sacudida y un empujón para recomponer nuestro interior, no estamos de acuerdo con las actividades que desempeñamos, con la educación que recibimos, mucho menos con los salarios que percibimos; entonces, ¿Cuál será el camino que debemos seguir ante esta inconformidad?

¿Qué debemos hacer los mexicanos para evitar perder aún más la enseñanza de vida, postulado que viene de nuestros abuelos a nuestros padres, de nuestros padres a nosotros y de nosotros a nuestros hijos (as)? Tratar de influir, irrumpir y orientar en la conciencia e inteligencia de nuestros niños, niñas jóvenes podría ser una alternativa para empezar la tarea.

Recordar es volver a vivir, un suspiro profundo que arraiga ayeres nostálgicos, con sonrisas y tristezas, según la intensidad de haberlas vivido y de haber aprendido. Dichos espacios de tiempo que deberían ser analizados a detalle y con esto evitar caer en errores que nos han marcado a lo largo del tiempo.

Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy es un razonamiento equívoco y lo hemos convertido en un síntoma permanente y recurrente al grado que ahora es recurso, una excusa formal de nuestro actuar cotidiano; y por lo tanto justifica cabalmente nuestra inoperancia.

El que quiera azul celeste que le cueste y que hasta ahora no se ha podido romper el mito donde sólo deseamos ver en los medios y redes sociales comedias vulgares, antivalores y vidas desordenadas que atraen el morbo de nueve de cada diez personas, somos bombardeados indiscriminadamente de forma abierta o subliminal.

Enseñarles a Luis, Miguel y Alejandra modales de respeto a sus mayores, a sus padres, hermanos y amigos en la escuela debe ser un impulso inmediato en observar y respirar a esas figuras jerárquicas de carácter inquebrantable que desde casa merecen respeto. Aunque sus personalidades de ellos son frágiles, inseguros (as), inestables y fácilmente permeables a las emociones recurrentemente son causadas por el ocio, los caprichos y el menor esfuerzo.

 Debemos lograr con el futuro de México, un perfeccionamiento integral, rescatar el valor como la propia existencia de la persona, moldeando sus ideas, ilusionarlos con ideales y metas en la vida apoyados con elementos reguladores. – Nuestros jóvenes son alegres, habrá que darles maracas –

Hoy, en el Estado de México nos confrontamos con nuestras propias creencias del deber ser, hemos perdido la identidad que como verdaderos seres humanos que somos estamos a punto del cadalso, pareciera que vivimos con la estrecha relación entre el racismo y la marginación con nosotros mismos, otorgando una validez lógica a nuestras acciones. Harnack, Justus. Teoría del conocimiento de Kant (tr. Carmen García Trevijano y J. A. Lorente). Madrid: Cátedra 9° edición, 2006.

El despojo de nuestra identidad que vivimos a diario, las agresiones permanentes que enfrentamos de manera inconsciente, crean incomodidad, angustia y sufrimiento, será ahora el momento en elevar el nivel de consciencia individual y colectiva o seguiremos anclados en esa crisis de zozobra.

Imaginemos que en nuestro inconsciente hay un espacio de ciertas desfiguraciones que se apoderan irremediablemente de la capacidad de asombro, a consecuencia del mundo salvaje, de la tormenta de la guerra, de acciones violentas absorbidas de manera conscientes por la cárcel cibernética en nuestras manos. (Gôrner, 2010; Rainêre, 2005). Más vale un toma que un dos te daré.

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