Los mexicanos siempre de obreros nunca de dueños

Por Joseline Rodríguez Gutiérrez

“81.6 por ciento de los indígenas mexicanos se han sentido rechazados por hablar otra lengua […] Esta navidad, un grupo de jóvenes quiso darles un mensaje muy especial”, se puede leer en un promocional de Coca-Cola. A pesar de la larga historia de éxito publicitario de esta empresa, lamentablemente esta vez se quedaron cortos.

Nuestra cultura siempre la hemos tratado de ocultar en México, haciéndola ver como si fuera ajena a nuestras verdaderas raíces. Este abandono de nuestra identidad ha permitido que empresas y medios de comunicación nos hagan ver una vez más, como sociedad campesina, una idea retrograda de países primermundistas.

La idea de que una “bebida puede causar un efecto de amor y unión entre culturas diferentes”, es otro intento de inserción forzada a las costumbres consumistas. Una situación irónica para esta navidad en México, debido al miserable salario mínimo y las consecuencias económicas de las “nuevas reformas estructurales”. Comer por lo menos romeritos en “familia” para muchos significará un reto a final del año.

Es deplorable ver como empresas internacionales observan a nuestro país como pasivo y sumiso hasta en los comerciales. Una comparación directa con la realidad mexicana se puede ver en el video cuando jóvenes ponen un árbol hecho de madera que posiblemente sean arboles de Totontepec, Villa de Morelos y la participación local es mínima, todo beneficio viene de fuera como si el mexicano no pudiera hacer cosas por sí mismo, pero lo más alucinante es que sólo es una realidad en un video, ya que la mayor parte de las empresas se manejan de esta manera en México.  

Los mexicanos siempre de obreros nunca de dueños, dejando que exploten nuestros recursos, para cuando regrese el producto lo paguemos más caro, como es el caso del petróleo.

Aunque la empresa Coca-Cola tratara de realizar una “conciencia colectiva” entre los espectadores que vieran su spot publicitario, lo que debería de comenzar a hacer en su campaña de “unión”, son videos donde se vea lo dañina que es su bebida para la salud, ya que la mayor parte de los mexicanos sufren obesidad y esto en las familias mexicanas es un gasto hacia enfermedades como la diabetes.

La reacción de este video, debería ser un detonante para que nuestros gobernantes se den cuenta que nuestras comunidades indígenas deben tener sus necesidades básicas cubiertas, que se les apoye en su lucha constante para que su cultura se transmita a futuras generaciones y que se le dé el reconocimiento e importancia que merecen por los logros e influencia que han tenido y siguen teniendo, como es el caso de Xochicuautla.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *