Los Temas Tabúes y Bazbaz el “Genio”

  • Los Temas Tabúes.
  • Bazbaz el “Genio”.

Por Rafael Loret de Mola

Los (pre) candidatos, todos, parecen apurados en levantar polvaredas en donde nadie las quiere o en inventarse agravios para justificar pleitos arcaicos o marcadamente partidistas, esto es rebosantes de intenciones electorales en un escenario en el cual, cada día, suben y bajan los bonos de los mismos según sea el tamaño del disparate o la eficacia de la manipulación. Incluso quienes alegaban, hace uno o dos meses, ser incondicionales de una u otra causa, ahora manifiestan dudas y sospechas en un escalofriante viaje hacia las verdaderas entrañas del sistema putrefacto.

Dentro de las rebatiñas habituales es cuestionable que los aspirantes a la Presidencia, además de quienes buscan gubernaturas, curules y escaños –deberían también los ministros y magistrados de la Corte, así como los funcionarios electorales, someterse al mismo escrutinio-, opten por desmarcarse, salvo ejemplos muy contados, de ciertos temas tabúes, incluyendo el de los matrimonios entre personas del mismo sexo y cuanto toca a la demanda de muchas mujeres –no todas, ni la mitad siquiera-, sobre su derecho a abortar por cuento, alegan, los cuerpos lacerados son los de ellas; cuestionable afirmación pero válida en cuanto a la postura vanguardista que entraña.

Ya Andrés se metió en un lío al deslindarse, solemnemente, del chavismo y el madurismo de Venezuela cuando comenzaron a aparecer pintas en apoyo de su candidatura –lo de “pre” es una vacilada-, en Caracas y otras ciudades “bolivarianas”. Es obvio que la trampa fue bien planeada por sus malquerientes reventados porque, pese a todo, no logran convencer a nadie de que, en las encuestas y sondeos, ya le alcanzaron. Ello sin dejar de apuntar que, en cierta medida, los tiroteos impúdicos de la politiquería barata le han restado puntos en su tercera carrera hacia la Presidencia. Cuando menos, tiene ya un trofeo: haber sido postulado, de hecho, las mismas veces que lo fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano quien aguantó un fraude y la posterior desbandada de los cobardes. 

Pero tampoco se atreven a mencionar al señor Trump, el anaranjado de la Casa Blanca, por sus amagos constantes, ni la posición de México bajo un clima bélico globalizado y económicamente mutante. Todo es hablar de lo mismo: la pobreza insuperable, el retraso del campo, las reformas fallidas, las ideologías truncas, la mudanza de algunos personajes saltimbanquis –como, digamos, Javier Lozano Alarcón quien voló hacia la luna de Meade-, y los permanentes agarrones entre falsos valentones que apenas sienten cierto rigor salen corriendo sobre la jaca de Miguel Ángel Yunes, dispuesto a dejar en su silla a su hijo mayor del mismo nombre. ¡Veracruz no merece ser Yuneslandia!

Tampoco nos hablan de las complejas redes de los narcotraficantes ni, mucho menos, de las infiltraciones de los mismos en el andamiaje oficial considerando que, en la mitad del territorio nacional cuando menos, es necesario el aval delos capos para poder transitar por la política. Por eso, claro, cegaron la vida del doctor Rodolfo Torre Cantú y convirtieron en eunuco a su hermano Egidio, sin que nadie persiga al segundo. 

Y con este silencio abominable se acerca a la fase final de la carrera… con los momios enloquecidos de acuerdo a las casas encuestadoras que sirven al mejor postor. 

La Anécdota

Dentro de la secuela de renuncias y acomodamientos del peñismo –admirable sólo por su resistencia y capacidad de esquivar los mayores señalamientos sobre corrupción-, se coló la mudanza del marcado Alberto Bazbaz Sacal, el mismo que llevó el caso de Paulette Gebara Farah, la pequeña buscada con ahínco por todo el país y hallada al pie de su cama sin que nadie explicara jamás el fenómeno-, cuyo movimiento de traslación se dio entre la Unidad de Inteligencia Financiera y el conocido CISEN –Centro de Investigación y Seguridad Nacional-, dos instituciones centradas en la investigación, precisamente, una condición fallida en el personaje de considerar sus antecedentes.

El motivo de su permanencia y éxito, pese a sus traspiés de alto raiting, no puede ser otra que su entrañable complicidad con el jefe del Ejecutivo federal quien lo ampara y cobija más allá de sus desviaciones que debieron dar lugar a severas pesquisas y, en su caso, a su detención por su negligencia de dimensiones superiores. Y allí está, listo a mover los hilos de la CISEN en el año electoral en el cual el escrutinio no será entre los candidatos sino, sobre todo, alrededor de quienes elevan sus voces, opiniones y críticas.

Los zopilotes merodean por mi ventana. Les advierto que por aquí no hay carroña. Vayan a Los Pinos.

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