Política en Tacones: Contracara

La cínica astucia de las autoridades destinadas a contradecir y generar bilis a los ciudadanos debido a sus decisiones sin pedir opinión del vox populi muestra una clara ignorancia sobre el deseo de sus gobernados. Pertenecer a la sociedad intelectual, al parecer, da alardes de creer que pueden tener la verdad absoluta de lo que es mejor para todos sin saber si quiera cómo utilizar el metro. Incluso dan premios de libertad a capos peligrosos o descongelar fondos a hermanos incómodos.


Como por arte de medios, el ex secretario de relaciones exteriores, Jorge Castañeda Gutman, propuso legalizar la marihuana como estrategia para la reducción de la violencia en nuestro país, además de combatir el crimen organizado al retirarles un producto con el cual producen ganancias millonarias, lo que provocó que el debate sobre este punto se realce y sea abordado por distintos niveles de gobierno, entre ellos el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera. Su lucha para la legalización del hachís opera desde hace unos años. En 2012 menciono que “no legalizar las drogas es una decisión imbécil” durante el foro México Unido Contra la Delincuencia A.C. Se refirió a la lucha contra la delincuencia organizada llevada a cabo por el ex presidente Felipe Calderón: “Por qué demonios nosotros tenemos que tener 60 mil para que ustedes, en teoría, les llegue menos droga. Arréglenlo ustedes, ¿cómo? Como quieran.


Para su desgracia, los de a pie miran esta propuesta como un acto vandálico en contra de la salud pública y raciocinio popular. Y no es para menos. Tal parece que a John no le preocupa tener en casa a un drogadicto que se alboroté incluso más que si estuviese bajo la influencia del alcohol. Para él la marihuana es menos adictiva y consumida que el mismo cigarro. Cierto. La marihuana es menos consumida que un cigarro, y esto debido a que no puedo llegar al Oxxo y pedir una cajetilla de Marlboro Cannabis. Y cuando eso suceda, el gobierno aumentará sus arcas desmadrando nuestros pulmones y ahora también nuestras neuronas. Es más, su ingenuidad de que la violencia se reducirá cabalmente es de risa, pues el narcotráfico no solo se dedica a la creación y venta de drogas, sus ingresos contemplan las extorsiones, secuestros y muchos otros actos delictivos. Creer que la legalización de las drogas reducirá la delincuencia en las calles es cegarse a ver que pueden ser más agresivos en los caminos antes mencionados al ver que las drogas no les generan más los ingresos que antes captaban.


Ir en contra de la voz social ya es costumbre en esta nueva administración. Y para otra muestra basta con mirar al hermano incómodo del ex ejecutivo Carlos Slinas de Gortari. Ahora puedo alegar que los millones de dólares que guardo bajo mi colchón no son ilícitos y acercarme al juez 13 de distrito de Procesos Penales en el Distrito Federal, Carlos López Cruz para demostrarle que no pertenecen de jineteos, corrupción y diversas artimañas conocidas. Puedo alegarle al juececito Charly que esos millones me los trajo el ratón de los dientes. Puedo mandar matar al secretario general de algún partido político y decirle a Charly que yo no lo maté. Las balas lo hicieron. Ese es el ejemplo de la corrupción azteca para alimento de los medios. Es un producto de exportación para países tercermundistas sin ganas de superación.


Y lo peor es que EUA, gerente general del mundo, quien subyugó a Europa en el caso Edward Snowden, está preocupado por la liberación de uno de los capos más peligrosos del siglo pasado Rafael Caro Quintero, delincuente que tras pasar 28 años de cárcel salió en libertad. La PGR también emitió su preocupación y apeló la decisión del juez para reactivar al capo de nuevo en la cárcel. Tres magistrados del primer tribunal unitario de Jalisco concedieron un amparo a caro quintero, luego de que resolvieron que debió ser juzgado por un tribunal local por los crímenes de Enrique Camarena, y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en 1985, en los límites de los estados de Jalisco y Michoacán, en el rancho El Mareño. Los magistrados determinaron que ambos homicidios debieron ser juzgados por un tribunal local y no por el fuero federal.


Lo que no pensaron nuestros estadistas es que al igual que en el caso Florance Casesez, Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Padrino” y zar de cocaína en la zona de Guadalajara y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto” y colaborador de Caro Quintero y El padrino puedan solicitar un amparo de la Justicia Federal, ante un tribunal colegiado y correr con la misma suerte que Rafael. Incluso, el procurador Jesús Murillo Káram afirmó estar conciente de que Quintero debió permutar Juez y no debió ser liberado. Luis pazos, en su libro ¿Quién manda en México? Aconseja una reforma a las leyes para ser más competitivos a nivel mundial. Tal vez podamos retomar esa tesis para aplicarla en materia de lo penal y así, ser más eficientes en el ámbito de seguridad y tranquilidad social.


Ahora las leyes proporcionan cobijo a los delincuentes y permite el daño neuronal a los ciudadanos. En un acto descarado de jueces, magistrados y ex secretarios nos enseñan que la justicia ya no existe como pragmatismo, sino como mitología. Ayer las leyes y justicia defendían a la población, hoy son las cínicas putas del crimen organizado para su beneficio.

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