¡Qué verde era mi valle! vs Ciudadano Kane

Por Elizabeth Piña Hernández

Uno de los casos más polémicoS en la historia del cine ha sido la 14ª entrega de los Premios Óscar de 1941 donde ¡Qué verde era mi valle! (1941), de John Ford se impone a Citizen Kane(1941), de Orson Welles escencialmente en dos de las categorías más importantes: Mejor director y mejor película. ¡Qué verde era mi valle! fue candidata a 10 premios del Oscar y ganó sólo 5, como mejor película, mejor dirección, mejor actor de reparto, mejor fotografía blanco y negro, mejor dirección artística blanco y negro, se dice que el premio de mejor dirección fue el único premio que fue a recoger por la guerra y por parte evitaba a toda costa los premios de la Academia  . Mientras que Citizen Kanefue candidata a 9 premios de la Academia y sólo ganó un premio: el mejor guion original, al lado de Herman Jacob Mankiewicz. Para muchos esto fue una gran injusticia dada la originalidad e innovación de la película de Welles.

¡Qué verde era mi valle! (1941), de John Ford. Citizen Kane(1941), de Orson Welles
¡Qué verde era mi valle! (1941), de John Ford. Citizen Kane(1941), de Orson Welles

Injusticia o no lo que sí se puede afirmar es que ambas son dos grandes obras de cine clásico que marcaron toda una época, sin embargo podemos descubrir  que existe un punto en el tiempo en el que la carrera de ambos directores se une en el tiempo, pues años antes de Citizen Kane  se estrenó “La diligencia “(1939) un Western mítico de John Ford, película que Orson Welles confesó  haber visto y analizado 40 veces y que le influyó en  su ópera prima.

Citizen Kane en su momento causó conflictos en Hollywood por ser la biografía del magnate William Randolph Hearst y que según la película RKO 281 La batalla por Ciudadano Kane (1999, HBO Pictures/WGBH Boston, Scott Free) la quiebra del mismo hizo posible su estreno. En su tiempo la película no fue bien recibida por el público aunque innovó de forma magistral el lenguaje cinematográfico, la profundidad de campo, movimientos de cámara con travelling o grúa y el uso de planos picados, contrapicados, las luces, las sombras etc. Se podría decir que el joven brillante definió el cine de autor acompañado por él trabajó de Gregg Toland (otro de los aspectos que tenían en común Welles con Ford, pues era el fotógrafo de cabecera de éste último) y un guion original de Herman Jacob Mankiewicz.

¡Qué verde era mi valle! de la 20th Century Fox del productor Zanuck es considerada como uno de los periodos más creativos de John Ford acompañada todo el tiempo con una narración melancólica. Se le suele acusar de ser una película comercial, , aunque finalmente es un producto de su época la del  New Deal de Roosevelt,  una oda a la nostalgia y una obra coral en la que la desintegración social y familiar es  constante en la que se plantea una pregunta ¿Por qué motivo el verde valle se convirtió en una escombrera? Ford aborda también este poema social desde la dimensión temporal: Huw niño (Roddy McDowall), el Huw adulto (Voz en off: Irving Pichel) y desde el punto de vista onírico, la reivindicación de los personajes en la memoria de Huw  y se despide de todos los protagonistas como que aparecen uno por uno como en el teatro. Y en Citizen Kane los narradores resultan ser solo uno el mismo Kane. Junto a “Las uvas de la ira”(1940), “La ruta del tabaco”(1941) y ¡Qué verde era mi valle!(1941) parecen formar la trilogía de películas de  consciencia social con una presencia del expresionismo alemán de Murnau que tanto lo marcó.

¿Entonces el maestro enseño al alumno? un experimentado John Ford de 40 años, discípulo a su vez de David W. Griffith (el primer director de la historia) y Friedrich Wilhelm Murnau (el gran maestro del expresionismo), contra un chico brillante de 25 años, ambos con temas problemáticos  para Hollywood (asuntos políticos, sociales y económicos). Una adaptación de una novela contra un guion original abonan más razones a una polémica infértil cuando se busca en las raíces del cine y nos damos cuenta que las rivalidades son semillas del desarrollo futuro del séptimo arte.

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