Rafael Loret de Mola – El Pelafustán Rielero

RAFAEL LORET DE MOLA

  • El Pelafustán Rielero
  • Intelectuales sin Luz
  • El “Ébola” de Cataluña

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-El-Pelafustán-RieleroEstamos con el alma en un hilo. El presidente peña nieto estará al micrófono, otra vez, para dirigir un mensaje sucedáneo a la entrega, ayer, de su tercer informe. ¿Anunciará otras “decisiones presidenciales” como en su discurso inaugural en diciembre de 2012?¿O nuevas reformas para que los mexicanos paguemos, como en tiempos del anti-héroe mayor, antonio lópez de santa anna –una caricatura de dictador-, hasta por el número de ventanas de cada casa. Por supuesto, al mandatario le saldría carísimo, es un decir, habitar la mansión de Los Pinos en donde los grandes ventanales parecen aspirar todo Chapultepec. Y ni qué decir de las iglesias, aún las oscuras, con vitrales coloridos o tragaluces que parecen más bien reflectores; y también, claro, las mansiones de los ricos y los nuevos millonarios atrapados por el glamour modernista de grandes espacios abiertos y, por ende, de enormes puertas corredizas de cristal. ¿Les cobrarían a todos por igual?

Es muy posible que, orondo, el señor peña nieto insista en que en México ya no hay intocables porque así lo decreta él como igualmente a él se deben las “reformas importantísimas” –cito a los periodistas cómodos para el establishment-, que ningún miembro del colectivo, supuestamente donde se integra la “soberanía popular”, conoció ni en la campaña ni en los actos de asunción para elevar a la aristocrática silla presidencial, con el águila dorada rematando la cabecera; por ello, aun en el lejano caso de que resultasen enriquecedoras para México de modo alguno pueden nombrarse democráticas bajo el falaz argumento de que “cuando el petróleo era nuestro” nadie percibía la utilidad de ser dueño de su parte equitativa. Menuda falacia. Es como decir, igualmente, que al pagar impuestos jamás recibimos cuentas precisas de los mismos ni sabemos cómo se invierten sin considerar, entre otras cosas, las obras públicas y los servicios públicos aunque tales sean generadores inamovibles de corrupción.

También podríamos suponer que si la luz ha sido nuestra también, no deberíamos pagar por ella. Ni, por ende, por las gasolinas si, de verdad, las reservas petroleras y la industria de la refinación fueran parte de nuestro patrimonio. No es a cada bolsillo a donde van a ir estos recursos, tal sería precisamente l contrario al ideal cardenista en pro de la sociedad, sino al erario de la nación. Otra cosa es que éste haya sido muy mal administrado hasta el agotamiento, más rápido que el de los pozos, de la paciencia y la credibilidad pública. Lo lamentable es que la inmensa riqueza producida no haya sido destinada a resolver la creciente miseria de la mayor parte de los habitantes de este país –esto es salvo los socios y cómplices quienes integran el suculento listado de las grandes fortunas-, aunque no puede discutirse que las fuentes energéticas han sido, desde la histórica expropiación de 1938, los pilares para defender, precisamente, nuestra soberanía de los amagos constantes de las potencias con capacidad para llevarse todos nuestros recursos en un santiamén.

Bien decía Andrés Manuel López Obrador –de vez en cuando, cuando recurre a la historia, es atinado-, que durante el auge de las compañías petroleras, entre 1920 y 1924, esto es el periodo de Álvaro Obregón, éstas fueron capaces de agotar las importantes reservas que se mantenían en las costas y en las aguas cercanas a Veracruz, en la zona conocida como la “Franja de Oro”, y dejarlas más secas que el cerebro de algunos de los dirigentes partidistas y legislativos del empobrecido México actual. Y lo cito porque no debiera existir razón alguna para seguir estando entre los pueblos con mayor miseria y con salarios estándares por debajo del promedio latinoamericano, esto es en la “cola” del continente en materia de ingresos “mínimos”. ¿Cómo justificarlos cuando los trabajadores viven muy mal y sus patrones escalan posiciones en el top-ten de las empresas multimillonarias?

Demos un ejemplo: las familias de los mineros de Pasta de Conchos y los municipios afectados por el derrame de sulfato sobre el Río Sonora y su afluente, el Bacanuchi, no avizoran, remotamente, la justicia porque detrás de los dramas, con las manos podridas en dinero, se encuentra el nefasto Grupo México, causante de algunas de las mayores tragedias sociales de los tiempos actuales. De estallar una Revolución, el consorcio mencionado sería uno de los principales detonantes como lo fueron, en el siglo pasado, las minas de Cananea, Sonora, y las textileras de Río Blanco, Veracruz, Las primeras siguen en idénticas condiciones que entonces… a diferencia de que los controles sindicales son mayores y los líderes se dan el lujo de fincar residencias en el extranjero, como en el caso de Napoleón Gómez Urrutia quien se aloja en Vancouver con la nacionalidad canadiense en la bolsa, o de ni siquiera justificar las “desapariciones” de presupuestos inmensos como en el caso del sindicato ferrocarrilero que ahora sirve a las transnacionales, como la Union Pacific asesorada por el nefasto ernesto zedillo ponce de león, y la flamante Ferromex, perteneciente ¡al Grupo México!, de los intocables señores Larrea Mota-Velasco, a cambio de promocionar el “vagón de la salud” entre estaciones abandonadas desde hace ya muchas décadas. Una farsa.

Y es en este punto donde aparece otro grotesco personaje, el pelafustán rielero, nada menos: Víctor Flores Morales, el mismo que se daba el lujo de ingresas a la Cámara de Diputados armado hasta los dientes y con guaruras igualmente destellando sus “matonas”. Esto es, por sus pistolas, para decirlo correctamente. Este sujeto execrable, siniestro y bandido, aliado de ex presidentes como carlos salinas y el mencionado zedillo –quien lo protegió hasta la ignominia-, y luego “aprovechado” por los farsantes fox y calderón –quienes no se atrevieron a construir una nueva estructura para deshacerse de los líderes criminales, como prometieron hasta el cansancio-, cobardes además ante el verdadero poder, no sabe cómo explicar la volatilidad de, nada menos, ¡quince mil millones de pesos! En resumidas cuentas les robó sus pensiones hasta a las viudas, mientras él vive como príncipe igual que otros prominentes sujetos asidos a la vetusta CTM, que ya casi ni se muestra pero sigue regulando y distribuyendo millonadas entre la cúpula. ¿Es éste el México en donde no hay intocables, señor peña? Me daría vergüenza decirlo con la cara y la mirada elevadas como lo hace el mandatario en ejercicio, una y otra vez.

Flores Morales debió ser desaforado, en su momento, y sometido a juicio no sólo por portar armas de fuego en el recinto parlamentario sino por hacer uso de ellas, blandiéndolas cada que una discusión no le favorecía o amenazando a reporteros incómodos, como un joven que es hoy conductor televisivo y lleva mi sangre a quien a punto estuvo de estrangular al cubrir un duelo de comadres entre el PRI y el PRD, para hacer sentir su peso y poder entre quienes deben sólo informar de los hechos. Pues ni narrando las tropelías del pelafustán rielero fue factible que se le persiguiera. Y así hasta hoy cuando las acusaciones le señalan como el verdadero responsable de las desviaciones multimillonarias a los fondos comunes de los ferrocarrileros. Cinismo inaudito, además.

Pero le dejaron las manos libres, cuatro ex presidentes y también, al parecer, el actual quien quiere evitarse más problemas. Caramba, ¿y así piensa mantener los bajos niveles de popularidad que aún le quedan gracias a sus coquetas incursiones por las televisoras y entre mujeres de belleza artificial –no digo más por caballerosidad-? Flores Morales, sin duda alguna, es uno de los mayores ejemplos del corporativismo mexicano arcaico y deplorable. No hay diferencia alguna –me atrevo a decir que si la hay es por los extremos a donde ha llegado el pelafustán rielero-, con la “maestra” Elba Esther Gordillo Morales, caída en desgracia por obra del mismo sistema y por atreverse, creyéndose más poderosa de lo que era como todos los demás, a contrariar al gran poder y defender a los maestros angustiados por la posibilidad de ser evaluados.

Insisto: Flores Morales debería estar en prisión y no justificándose, señalando a Nafinsa como responsable de las desviaciones millonarias. Sólo nos falta que esta institución le conceda al barbaján un crédito equivalente, otros quince mil millones de pesos, para que pueda resolver el embrollo y disfrute de la vida plácida de ser líder de lo que, de hecho, no existe… salvo los negocios por venir en los trenes de alta velocidad, en donde son comisionistas las hermanas de Peña Nieto, Verónica y Ana Cecilia. Para más informes, sigan la senda de la realidad.

Debate

¡Ay, los pobres intelectuales y sus corifeos! Apenas habló el cacique de San Cristóbal, vicente fox por supuesto, se fueron con la finta y suscribieron una carta, publicada con todos sus nombres, para pedir que NO se procediera contra Rosa Verduzco Verduzco, “Mamá Rosa”, la cancerbera de Zamora, Michoacán, cuna también de la ilustre martita, la de las “muchas faldas”, por los presuntos agraviados infringidos a cientos de niños durante décadas. Fue, entonces, cuando la anciana, incólume durante un lapso inimaginable de impunidad, se dijo enferma de un problema cardíaco y fue llevada al hospital con todas las atenciones. Las críticas de fox y sus esbirros, además de los intelectuales de pacotilla arreciaron. Y soltaron a Mamá Rosa, además, porque estaba a punto de cumplir los ochenta años.

Mientras ello sucedía, el horror fue creciendo de intensidad en el albergue “La Gran Familia”, defendido y visitado por los fox –posiblemente como parte de los negocios altruistas de la pareja ex presidencial como también sucedió con la Guardería ABC de Hermosillo cuya socia principal era Altagracia Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, aspirante a una candidatura del PAN como si se tratara de una compensación por sus “servicios” en Los Pinos al lado de calderón-, bajo el falaz argumento de que se trataba de una causa noble oscurecida por los mal agradecidos y, claro, por razones eminentemente políticas.

Ahora, esas voces –de algunos de tales personajes que inflan los medios por distintas causas, entre ellas los baños de supuesta inteligencia y brillantez-, están muy calladitas al calor de las crónicas sobre el drama, la vileza de Mamá Rosa, la promiscuidad en la que, sin remedio, caían los hacinados muchachos, los abortos inducidos sin el menor cuidado a las niñas deseosas de tener una salida orgásmica, los terribles maltratos y los bonos para compensarlos, las violaciones de niños por parte de los vigilantes protegidos por la dueña y, sobre todo, la ilegal privación de la libertad. Toda esta monstruosidad fue tolerada y promocionada por los fox. ¿Engaños? No, de ninguna manera. Ellos pasaron por allí y sólo si fueran ciegos o imbéciles –quizá así haya sido-, no notarían los abusos incalificables en los rostros, los brazos, las piernas de las criaturas y jóvenes confinados.

Bastaría con ello para fincarles responsabilidades penales a loa pareja Fox y no sólo a la anciana decrépita y a sus falsos mecenas. Pero, en México, mientras no opere la consigna todos se cruzan de brazos. Sobre todo los comodines intelectuales siempre dispuestos a estar dentro de la aristocracia meicana.

La Anécdota

Nada ni nadie parece detener al ébola a pesar del antídoto aplicado a varios enfermos. Es como el odio de los catalanes contra España aun cuando no definen si, en caso de separarse, continuarían siendo parte del reino de Felipe VI y su plebeya mujer, Letizia, o si, de plano, conformarían una república en uno de los bastiones de ésta durante la Guerra Civil. Algo positivo tenían que tener en Cataluña… porque de su vanguardismo prefiero no hablar por las múltiples prohibiciones extendidas por la xenofobia y el racismo.

El golpe de Ángela Merkel, duela y señora del Cuarto Reich, en apoyo al franquista Mariano Rajoy y en contra de los aires secesionistas de los catalanes tuertos, parece haber dado en el blanco aun cuando el presidente de la Generalitat, Artur Mas, es más terco que las mulas de arrastre en las plazas de toros. Y él sigue con su onda independendista sin más razonamiento que los odios y traumas ancestrales. Pobrecillos.

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