Rafael Loret de Mola – Extraña Prioridad

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Extraña Prioridad
  • Leña a la Hoguera
  • Crónica Policíaca

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-Extraña-PrioridadPor allí escuchar comentarios acerca de las razones por las cuales otros grupos, digamos estudiantes, electricistas y hasta mineros, se sumaban con estruendo a las manifestaciones incesantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, antiguos opositores al cacicazgo magisterial de Elba Esther Gordillo y ahora los mejores resguardos de las banderas de guerra de ésta. La respuesta no es sencilla pero puede explicarse, con paciencia y sumando datos, por la insensibilidad de un gobierno continuista –nada cambió en 2000 y mucho menos en 2012 pese a sendas alternancias del Ejecutivo federal-, y la ausencia de soluciones a las demandas colectivas, sí, que comenzaron siendo minoritarias peri que, al sumarlas todas, resulta que la negligencia y la consecuente prepotencia en el acontecer político nos alcanza a todos en distintos niveles y circunstancias.

Por ejemplo, aun cuando no se esté de acuerdo con la parálisis educativa convocada por la disidencia del CNTE –ya explicamos algunas de sus proclamas-, se entiende que los jóvenes quienes surgieron a la discusión pública el año pasado, semanas antes de los comicios, bajo el denominativo común de “Yo soy #132”, sin respuestas ni voluntad política para incorporarlos al debate nacional, a ese “Pacto por México” muerto por la ausencia convocatorias, eso es limitado a tres corrientes políticas supuestamente las de mayor representatividad sin considerar que buena parte de los votos del PRD hace poco más de un año se dieron a favor del excluido Andrés Manuel López Obrador. La ausencia de juicios y repasos sensatos, como el anterior, convierte en nimiedades las decisiones gubernamentales.

Abundo: quien cree no ser afectado por la reforma educativa se siente molesto por la energética y tremendamente saqueado por la fiscal; y así, cada uno de los mexicanos hasta hacer el total. Lo que comenzó, durante la ceremonia inicial del régimen en curso, en Palacio Nacional, contra los “poderes fácticos” –la mayor parte de ellos allí reunidos y uno, el representado por “la maestra” ya mencionada, en prisión-, se volvió contra la ciudadanía y, sobre todo, por la doble lectura generada por la excesiva propaganda oficial patrocinada por el erario convertido en rehén político también, ahora en manos del PRI pero igualmente aplicado por el PAN a su favor durante los doce años precedentes. Del optimismo habitual en los distintos apartados del gobierno se pasó a una perspectiva en el que el riesgo, inminente –acaso más que la largamente anunciada guerra contra Siria contra la voluntad de la mayor parte del planeta, sobre todo Rusia y las naciones asiáticas-, de una represión en toda forma que obligaría a repasar condiciones y expectativas de cara a los próximos años. Los fantasmas de 1968 y 1971 comienzan nuevamente a pasearse por la Avenida Reforma de la capital del país.

Así las cosas, el doctor luis videgaray caso, secretario de Hacienda –a quien yo observaba más bien como un posible precandidato al gobierno mexiquense por sus acertadas intervenciones legislativas en materia hacendaria, precisamente, esto es cuando aún la bancada priísta era opositora-, no se tentó el corazón, hace dos años, para insistir en que el aumento en el IVA, fuente de mil controversias en el pasado, era absolutamente necesario para iniciar el “despegue”, un anuncio similar al que precede, siempre, a la catástrofe crítica y sus efectos durante varios lustros. Hoy asegura lo contrario pero, debajo del agua, lo aplica en rubros sociales de enorme cobertura.

Nos recuerda la “abundancia” anunciada por lópez portillo y los estragos del fin de su gobierno; o la exultante postura de carlos salinas cuando anunció, por vez primera, un superávit en las finanzas nacionales, luego de la venta a precios de oferta de no pocas paraestatales incluso estratégicas, como Telmex, y terminó condenándonos no sólo al año de la barbarie sino igualmente al espinoso “error de diciembre” que dejó sin liquidez al gobierno de la República en 1994. Del genocidio al caos financiero en cuestión de meses y sin que se produjeran salidas de capitales escandalosas como en 1982.

Los precedentes, desde luego, angustian porque el discurso y la metodología no cambian. Durante cada régimen, quienes lo integran se sienten redentores y desdeñan al pasado… pero siguiendo las viejas reglas. No se olvide el asombro de fox, quien tanto postuló por el cambio, cuando reconoció que no sabía “lo bueno” de su predecesor ¡en materia educativa y financiera! Precisamente los renglones en donde recala el numen de nuestra crisis actual que, a muchos, le parece sin salidas como el creciente belicismo del “demócrata” Obama quien repite, para justificar bombardeos e invasiones, las mismas, ligeras, simplistas palabras del peor de los mandatarios estadounidenses de los tiempos modernos: Bush junior. Ahora toca a otros el horror, pero antes los mexicanos probamos el sabor de la insolencia prepotente de lo vecinos del norte tras la absurda invasión a Veracruz en 1914. No olvidemos este año clave cuando México caminaba hacia un nuevo orden constitucional y nos querían, por eso, dar zancadas por doquier. Carranza, al fin, fue asesinado, por efecto de ello, lo mismo que Villa a quien no le perdonaron los “padrinos” de entonces haber invadido el territorio del norte por Columbus. El cruce de acusaciones al respecto es, por demás, inocuo y especulativo.

En este clima, pesado, al doctor videgaray, el de la residencia en Malinalco, con el aval superior, sólo se le ocurrió en el arranque una reforma que puntualizaba el aumento del IVA –diecinueve por cierto, nada menos-, con la seguridad de un quebranto serio en la economía familiar, la de los gobernados silentes y también la de los rijosos que ganan las calles porque se cansaron de promesas infecundas, sin alternativas viables para compensar a la comunidad nacional del artero golpe. ¿Es posible crear otras expectativas? Desde luego que sí: por ejemplo, si se elevan los índices de productividad y mejoran las condiciones de trabajo de los mexicanos, y sus satisfactores, para hacerlos rendir con excelencia evitando con ello la fuga de brazos para los arados y cerebros para los altos puestos de las empresas multinacionales. ¿O acaso no saben esto quienes programan sólo desventuras para un país saqueado y depauperado?

Desde luego se deja al garete a los doce millones de mexicanos que sobreviven en la frontera y a los cuales se les aplica ya un IVA sobrevaluado del dieciséis por ciento lo que los pone en predicamento, sin competitividad, ante los productores y mercaderes “del otro lado”. En lugar de estructurar algunas necesarias ventajas para ellos, siquiera para no ser dependientes totales de la economía del país vecino e incluso ser arrollador por ella, se les golpea en lo que más les duele y, para colmo, se les deja sin voz.

Angustia que el presidente enrique peña asuma, como Fox, una disminución cibernética de la pobreza y alega que ésta desapareció porque quienes tienen ingresos de un dólar al día pueden cubrir sus necesidades básicas con tal salario. En esta línea, se aduce que no hay pobres sino menos ricos… en una parodia del sistema mismo capaz de encumbrar a quienes menos capacidad tienen, por desconocimiento histórico y cultural, de sacar adelante a una nación con el permanente azote de la Casa Blanca, insaciable en su propósito de dominar a los pueblos del sur del continente, comenzando con México.

Alguna vez hice esta reflexión: pese a todo, limitar con los Estados Unidos no ha significado un vasallaje completo como ocurre en Sudamérica en el renglón petrolero; allí, las compañías del norte, Shell y Gulf sobre todo, ofrecen las gasolinas mientras en México el valladar de PEMEX había sido garante de soberanía. Tal reflexión, en el panorama actual, es sólo un remedo de nostalgia porque las nuevas generaciones políticas ni siquiera han sido capaces de entender y repasar la historia y los verdaderos motivos de las decisiones que han preservado nuestro patrimonio nacional.

Lo mismo ahora. En el Banco de México, pese a deslices frecuentes, se alcanzó hace unos días la histórica cifra de ¡195 mil millones de dólares de reservas! Pero el espejismo comenzó a esfumarse; en menos de una semana, loa indicadores apreciaron una pérdida de diez mil millones de dólares de la cual, por supuesto, no informó el titular del Ejecutivo, ahora guarecido en Los Pinos y sin apariciones públicas. Todo se opera, además, en la misma divisa, la norteamericana, cuando hasta los economistas más sabios, como el Nóbel Richard Mundell, insisten, desde el 2002, en la necesidad de diversificar los ahorros –con euros y yens, sobre todo- para evitar colapsos derivados de las fluctuaciones de una sola moneda. Por desgracia, los “sabios” mexicanos no tienen otra salida que seguir a rajatabla las indicaciones del Fondo Monetario Internacional.

¿El IVA, aún sin moverse como alegan demagógicamente los voceros presidenciales, va a servir para asegurar las reservas del Banco de México ante la salida constante de capitales generados en nuestro país con rumbo al norte y a España, cuyos consorcios financieros dominan nuestro mercado?¿A esta trampa, cruel, han condenado a los mexicanos? Quizá por ello ya se habla hasta de torneos “del rey” –en el béisbol, como muestra-, para adornar con ello las testas de los borbones… bribones. Y no es ofensa: así llamaba a su yate el abdicado Juan Carlos de España en la cúspide del cinismo.

Debate

Ya sólo falta que nos nombren, a los mexicanos, como habitantes mutantes de la “casita de los horrores”. Cada uno de nosotros tiene sus motivos para protestar. Este columnista, defensor de la urgencia de evaluar a los maestros y censarlos –para evitar aviadurías creadas con la complicidad del cacicazgo magisterial de la “novia de Chucky”, en prisión pero “enferma” y con trato preferencial por ello-, se opuso desde el principio a la estrategia energética para vender, por cuentas de vidrio, la mayor riqueza de nuestro subsuelo, el petróleo, poco a poco, a las compañías particulares… del exterior; y también, cómo no, al alza del IVA, ahora disfrazada, como centro neurálgico de una reforma hacendaria formulada cuando las calles de la metrópoli se bloquean al menor pretexto y los asesinos seriales en el resto de la República quedan sueltos, como en Saltillo donde prohíben matar toros pero no detienen la sangría callejera de seres humanos.

Es decir, en cuando menos dos de tres partes no coincido y en la primera habrá muchos, y lo entiendo, que me reprochen mi ausencia de apoyo a los manifestantes desbordados. ¿Quién frena, de una vez por todas, a los llamados “anarquistas” –es decir quienes pretenden que no exista gobierno alguno- o “radicales”, dispuestos para toda revuelta aún exenta de causa y destino, infiltrados, dicen, entre los mentores disidentes que antes luchaban contra el cacicazgo magisterial y ahora… recogen sus banderas en pro de la negligencia educativa?

Otra vez, polvorines por todos lados. Y la ciudadanía en medio. Dicen que los bloqueos son molestias menores frente a la importancia de la lucha a favor de la educación. Cierto: existen valores superiores, como la dignidad, la libertad y el derecho a la remuneración justa en condiciones adecuadas. Pero cuando se deja a millones de niños fuera de las aulas de manera indefinida suelo pensar cómo van a enfrentar la competencia con el resto del mundo en donde se prepara a los escolapios con excelencia. ¿Podrán competir nuestros muchachos con quienes reciben, fuera de nuestras fronteras, academias impresionantes para elevar estándares de cultura y conocimientos generales? Que cada uno llegue a sus propias conclusiones. ¿Contra quiénes se atenta entonces?

La Anécdota

Un “granadero” se me acercó recientemente. Tenía una cortada en el rostro y un gesto de impotencia:

–¿Usted es periodista, verdad? ¿Cómo podemos imponer el orden si a quienes capturamos en actos vandálicos los liberan y si nos observan jaloneando a quienes rompen cristales y destruyen cuanto quieren, nos enjuician y nos despiden o incluso nos encarcelan!¡No se vale! Si nos dejan solos, nosotros dejaremos sola a la ciudad… Dígalo, por favor.

Y lo digo, por supuesto. Pero esto apenas está comenzando. PARO NACIONAL. 14 DE OCTUBRE.

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