Rafael Loret de Mola – Nadie puede Aprobar

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Nadie puede Aprobar.
  • Cienfuegos debe Irse.
  • Chiapas y los Enredos.

Por Rafael Loret de Mola

No se había dado tanto cinismo en cuanto a las evaluaciones de los agentes policíacos desde los aciagos tiempos de calderón, el farsante quien ahora busca la postulación de su consorte, Margarita, a la presidencia de la República a pesar de que ésta no ha sabido responder hasta dónde llegó su participación en la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo, en junio de 2009, concesionada a su prima Altagracia Gómez del Campo con su intervención –entonces en su condición de “primera dama” supuestamente discreta-.

Durante la férula de calderón se dedujo que de los agentes estatales y municipales evaluados sólo el cuarenta por ciento era “confiable” asegurándose que en el ámbito federal, el de los turbios judiciales de inacabable desprestigio, la proporción era inversa, esto es: eran más los “aprobados” bajo la óptica de quienes juzgaban a sus propios entenados y descalificaban a los regionales con hipocresía exaltada. 

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Pese a ello, en las guías de turismo editadas en el extranjero, digamos la muy popular editada por el diario “El País” en combinación con Planeta –tan interesados en hacer rebosar los anaqueles con libros-basura que sobran en España a costa de inhibir la presencia de autores mexicanos-, se extreman recomendaciones para evitar enfrentar a los agentes federales porque, aseguran, los viajeros podrían ser extorsionados en el mejor de los casos y se advierte que es mejor evitar encuentros con ellos. El contraste es brutal respecto a otras naciones en donde se recomienda acudir a las fuerzas del orden si se tiene algún contratiempo; en México debe huirse de ellos por el “delito” de andar en las calles. 

Y el aviso permanece pese a los torpes exámenes que plantean una falsa mejoría en el comportamiento de los miembros de la Comisión de Seguridad Pública, antes Secretaría y ahora bajo el organigrama de Gobernación en donde su titular es rehén de sus propios cuadros, y de la pusilánime “gendarmería nacional” a la que, al fin, pudimos observar el mes pasado… durante el desfile militar del 16 de septiembre. 

No se procede contra genaro garcía luna, afincado en Florida, pese a ser señalado, y no por pocos, cómo quien realizó los trabajos sucios con calderón –más bien los nauseabundos-, y permanece bajo una cómoda inmunidad demostrando que los peores son a quienes mejor les va cuando el presidencialismo o la partidocracia los tutela. Así, hoy, con el secretario de la Defensa Nacional, el ex procurador Jesús Morío –Murillo- Karam, el secretario de Gobernación, miguel ángel osorio chong y también el Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de Marina quien no informa, ni informará, sobre los marines estadounidenses que actúan a sus anchas, disfrazados claro, como marineros mexicanos. Los engaños son tantos que a veces dejamos pasar detalles importantes bajo el peso de los señalamientos superficiales. ¿Y Arely Gómez González Blanco? Ya era procuradora cuando ocurrió la fuga del célebre “El Chapo” Joaquín Guzmán Loera y, pese a ello, no es capaz de desenredar siquiera la madeja de menos altura. Y sigue la mata dando. 

Y, mientras tanto, el señor peña nieto se dio a la tarea de modificar áreas casi paralizadas, sin reflectores, para convertirlas en verdaderos estadios para el escándalo.

El enredo monumental con claudita ruiz massieu, cada vez más desaliñada, para convertirla en Canciller heredando la secretaría de Turismo al hijo de miguel de la madrid, Enrique, como si se tratase de un juego de perinola en familia, con el señor peña como tirador principal y las familias de los ex presidentes más cuestionados como marco. Una unión formidable entre los salinas de Gortari –adriana, la hermana, se casó con el asesinado Francisco Ruiz Massieu, padre de la funcionaria de marras- y los de la madrid. Y los mexicanos cubriendo los estipendios generosos. En círculos cerrados no entra moscas.

Para ser claros, ni uno solo de los miembros del gabinete peñista –creía en José Antonio Meade Kuribreña, políticamente indefinido, hasta que fue convertido por el presidencialismo en todólogo con cuatro ministerios en poco más de cinco años-, ni uno solo de los gobernadores en ejercicio, ni un jefe policiaco en ninguno de los niveles, ha conservado prestigio y autoridad moral. Parece como si jugaran a la ruleta rusa olvidándose de que las balas no son de salva sino las proporciona la ciudadanía cada vez más levantisca como consecuencia de la cerrazón oficial, de la soberbia del presidente peña y sus corifeos y de la deslealtad de los funcionarios quienes voltean las espaldas a sus mandantes, esto es la sociedad en su conjunto.

México, por ello, se ha apartado de sus valores fundamentales. Por ejemplo, el valor con el cual nuestros ancestros fueron capaces de vencer al ejército más poderoso del mundo y recuperar la independencia nacional –hasta dos veces-, para después consumar una justa Revolución contra la dictadura porfiriana ahora en fase de vindicación odiosa. Nos hemos olvidado hasta de la historia por bastardos intereses.

Las mentiras afloran: los enfrentamientos entre mafias han dejado una secuela de muerte en Tamaulipas; concretamente, en Nuevo Laredo, el pasado domingo 11, ocho sicarios y un elemento castrense perdieron la vida, al tiempo de que en Jalisco y Colima se dieron nueve asesinatos como efectos extremos de una violencia imparable. De lo primero, claro, se ocuparon los mandos militares de reducir el incidente al de un enfrentamiento con una banda delictiva como lo hicieron, igualmente, en los terribles casos de Tlatlaya, Estado de México, y Tanhuato, Michoacán. Mucho puede concluirse.

Pero, claro, nos mienten. De acuerdo a las estadísticas oficiales la marea criminal ha disminuido en un diecisiete por ciento a partir del curso anterior aun cuando, como vemos, las matanzas siguen siendo frecuentes en cada una de las entidades federales en las cuales se ha perdido la preeminencia de las autoridades estatales a través de sucias negociaciones con los cárteles y grupos de secuestradores; para colmo se protege a personajes, como Manuel Muñoz Rocha –presunto autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu-, quien vive en las cercanías de Ciudad Victoria, Tamaulipas, sin ser siquiera molestado y sin necesidad de modificar su perfil. El descaro es absoluto mientras se nos habla de que “no hay intocables”.

Y algo similar puede argüirse cuando el torpe e insensato secretario de Hacienda, luis videgaray caso –los expertos en Economía, burlándose, le han propuesto para el Nobel… de las incompetencias-, alega que no hay cabida para el populismo cuando el principal promotor de esta figura es, precisamente, enrique peña nieto quien, a su vez, pretendió golpear a la izquierda y la derecha, generalizando, por lo mismo en plena decadencia de valores morales y políticos. 

Alguna vez, el nonagenario luis echeverría, cínico, intentó replicarme:

–Me dicen “populista”; si haberme acercado al pueblo es populista, pues lo fui y qué. 

Algo similar deben inventarse los consejeros de peña nieto aun cuando éste, desde hace tiempo, evita a las multitudes y se blinda con elementos del ejército cada vez más. Es decir, empeoramos en este renglón satanizando a cuantos líderes sociales puedan surgir bajo el estigma de ser “populistas” porque reclaman una nueva sociedad sin el peso de una clase política putrefacta, mentirosa, vende-patrias y genocida. Y así será mientras lo toleremos.

Cuando los mexicanos nos cansemos de ser botín de unos cuantos, quienes se enriquecen más y más a nuestras costillas, entonces no habrá quien pare el tsunami cívico. Ya empezamos y no se dan cuenta los de arriba que cerrar las válvulas de escape –como la difusión en México del Paro del 14 de octubre pasado-, es propiciar, sin remedio, implosiones de la mayor gravedad. El tiempo vuela y las mechas de los polvorines de la irritación están encendidas. 

Debate

 

–“Si los militares dimos paso a los gobiernos civiles y, desde entonces, todos los mandatarios han fallado estrepitosamente: ¿no es momento de retornar a los mandos militares?”

Por un momento me quedé en silencio recordando cuántas veces he escrito sobre esta posibilidad. La confidencia me la hizo un general de tres estrellas, en retiro, en defensa de una institución cada vez menos prestigiada por los excesos y falsedades de sus mandos. Es decir, una contradicción palpable: son las Fuerzas Armadas las que están llevando al país a una catástrofe; cuando menos como una de las mayores causales. Por supuesto, alegan que el “cambio” puede darse por la vía democrática –digamos al estilo “Pinochet”-, si bien con ello se matizará una verdadera dictadura militar. La otra salida es bastante peor: caer en el abismo del “estado fallido”, tan buscado por las potencias del norte para restar toda soberanía a nuestro ensangrentado país.
De allí, igualmente, las trampas legales que impone el ya aprobado, y manoseado, Tratado Trans-Pacífico (TTP, de acuerdo a sus siglas en español), que posibilita pasar por encima de la legislación mexicana, esto es incluyendo a la Carta Magna, para condicionar inversiones destinadas a ampliar los capitales foráneos o el de los grandes empresarios mexicanos, muy poquitos, inmersos en la macroeconomía. 

A esta situación desesperada nos lleva el hecho de mantener la fuerza militar en las calles sin aclarar sus tropelías. Por ello, de una vez por todas, el titular de la Defensa Nacional, salvador cienfuegos zepeda, debe irse aunque su salida sea insólita dentro de cuanto se considera institucional… cuando esta condición conlleva ahora la inclusión de las grandes mafias en la vida nacional.

La Anécdota

 

Estuve en Chiapas hace dos semanas y surgieron infinidad de dudas sobre el futuro de esta entrañable entidad. Por ejemplo, el candidato panista, Francisco Rojas Toledo, quien ya fue alcalde y legislador federal además de candidato a gobernador –declinó a favor de José Antonio Aguilar Bodegas en 2006 sin evitar con ello el arribo de Juan Sabines Guerrero, por el momento cónsul en Orlando, ahora acomodado bajo otras compañías-, aceptó que había rechazado una importante oferta política:

–No acepté la instalación de un Concejo Municipal –que se hubiese integrado con dos panistas, dos verdes y un ciudadano “neutral”-, porque se votó por mí y no por un Concejo. 

Pese a ello, el Concejo ofrecido era como un reconocimiento para él y lo logrado en campaña en vez de quedarse con las manos vacías. Hoy ya no hay remedio y Rojas Toledo, decepcionado, ha preferido alejarse del PAN, que lo postuló:

–Me dejaron solo; me traicionaron y negociaron a mis espaldas. 

Nadie ganó… mucho menos los chiapanecos. 

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