Rafael Loret de Mola – Realidad a la Vista

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Realidad a la Vista
  • Claves desde los EU
  • Los Padres Acusados

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-Realidad-a-la-VistaLa recuerdo muy bien. Era una señora de clase media, entrada en los setenta, con varias cruces pendiéndoles del cuello; casi con aire angelical. Se me acercó, en Irapuato, precisamente en donde viví varios años dirigiendo el histórico Diario que fue víctima de la persecución desde el poder –eran los días de Enrique Velasco Ibarra, el pequeño gobernador-, luego de una conferencia en la que expuse las similitudes entre el pasado y el presente… incluso con algunas versiones corregidas y aumentadas en contra de los derechos colectivos. 

–No podrá usted negar –me dijo- que hace veinte años no habría podido usted hablar como lo hace hoy. Siquiera debiera estar agradecido por ello.

Sólo le faltó decir, como en otras ocasiones he escuchado, que no podía explicarse cómo seguía vivo un crítico irredento dentro del berenjenal en que se ha convertido la interrelación entre el periodismo y el poder público, insistente en cubrirle las espaldas al mandatario en ejercicio0 porque de otra manera –y así lo expresan- se pone en riesgo la estabilidad del país y la consiguiente seguridad del Estado. Puras tonterías nacidas de las justificaciones autocráticas heredadas de un presidencialismo que “concedía” a sus opositores algunos espacios en el Legislativo. Luego tomaron otros cauces.

A lo mejor quienes me descalifican señalan hacia mi flanco débil moral, esto es seguir con vida, dentro de un ámbito en que el número de periodistas asesinados es el mayor de cuantos se han registrado en un lapso sexenal, superando ya a la ominosa administración de miguel de la madrid, cuando se dio el primer “boom” del narcotráfico bajo la tutela del nefasto y cobarde asesino manuel bartlett, quien ahora se presenta como falso izquierdista con refugios partidistas igualmente simulados. Claro, es muy sencillo señalar hacia el crimen organizado –lo hemos dicho ya-, para esconder las manos y, sobre todo, las verdaderas intenciones de una clase política que sabe negociar cuando le conviene y aparenta lo contrario igualmente cada que se le antoja.

Así ocurrió con felipe calderón quien, durante su arranque, envió a su “delfín”, Juan Camilo Mouriño Terrazo, a negociar con “El Chapo” Guzmán Loera para tratar de ajustar en un solo mando el tráfico de estupefacientes a cambio de asegurar la paz general e imponer ciertas reglas para controlar las acciones de los grandes cárteles y que, por ende, nadie se saliera del huacal. Falló el propósito, murió Mouriño en circunstancias oscuras –nadie se cree en la versión sobre las turbulencias previas aun cuando tampoco hay uno solo que pueda demostrar otra cosa entre los investigadores del suceso-, y sobrevino entonces la cruenta e inútil “guerra de calderón” en la que, con cien mil civiles asesinados –de acuerdo a listados extraoficiales porque el gobierno “sólo” reconoce 47 mil víctimas hasta diciembre de 2012; luego se han sumado sesenta mil más-, no han servido siquiera para disminuir las exportaciones de drogas hacia el gran mercado del norte, el mayor del mundo. Una aberración de la que, sin duda, debería responder calderón en vez de lanzar misivas, signadas al lado del simulador zedillo, cuestionando la “autoridad moral” del presidente… de Venezuela, Nicolás Maduro Moro.

Recordando a la dama de Irapuato, repaso de nuevo el informe más reciente de “Reporteros sin Fronteras”, una organización asentada en los Estados Unidos que se ha dado a la tarea de investigar las agresiones contra el periodismo en el mundo entero, que coloca a México, nada menos, en el lugar número 149, de 179 posibles, en la parte más baja del listado. Basta con ello para explicar que nuestro país está al nivel, en materia de seguridad para los periodistas, de las peores dictaduras y de los pueblos más atrasados de África. La caída vertical se produjo ahora, ni siquiera en los tiempos delamadridianos, acaso cuando la derecha asumió que los críticos formábamos parte del círculo rojo al que el poder detestaba –en voz de los fox-, o el mismo día en el que calderón optó por vengarse contra cuantos no le habían apoyado incondicionalmente durante su desaseado periplo electoral hace ya seis años. Todos sabemos a quienes nos referimos.
Durante el lapso, se ha privilegiado la reconquista española. Por ejemplo, el muy conocido grupo “Prisa” –quien edita “El País” de Madrid, con supuesta tendencia izquierdista-, creció en México, compró buena parte de las acciones de la XEW, es decir de Televisa Radio, y comenzó a imponer normas tales como descabezar a los conductores incómodos, y controlar los noticiarios con criterios propios del franquismo. Una coyuntura inexplicable por el origen del consorcio y la mancuerna que hacía con el entonces gobierno español bajo el mando del PSOE. Ahora, tras la victoria del Partido Popular en 2012, el cotidiano mencionado ha vuelto a los cauces de la crítica, ya olvidados, luego de siete años de estar salvaguardando lo imposible: el fracaso de José Luis Rodríguez Zapatero, incapaz de mantener siquiera la cohesión nacional en una España apátrida; por eso ahora los catalanes exigen su total soberanía… para integrarse a la Unión Europea de la que España ya forma parte. El absurdo no tiene límites.

México es más inseguro que Cuba, casi como Haití, para los periodistas. ¿Qué puede decir de este hecho incontrovertible el señor peña nieto? ¿Qué todo es consecuencia de la herencia de la derecha y de los criminales que alientan a los hombres del poder desde el periodo delamadridiano? ¿Acaso el PAN no gobernó casi doce años el país con muy pobres resultados en todos los renglones, productivos y políticos? Esto es, ya no puede este partido tapar el sol con un dedo y refugiarse en las falacias para salir avante en los debates periodísticos y en los que vendrán entre los postulantes a cargos de elección popular, atados, muy democráticamente, por el INE que les niega su derecho a expresarse en libertad hasta que el organismo les enseñe la bandera verde.

¿No es ésta una actitud francamente fascista?

¿Y de los dineros sucios cuando hablamos? Porque resulta que hay señalamientos genéricos, por parte del gobierno federal, sin denuncias concretas como las que debían darse si se respetara la Constitución. Quizá por decir estas cosas la Espada de Damocles comienza pender sobre mi cabeza, como ha ocurrido con tantos otros. ¿Pagaré por la culpa de haber documentado primero el alcoholismo del señor calderón, la patología de los fox y la enfermedad cancerosa de peña?¿Y cuándo sucedía a través de la célebre Puerta 4 de Los Pinos, acreditado con fuentes de primera mano, que no ha merecido el menor desmentido? Cuanto se ha publicado al respecto –“2012: La Sucesión” y “Nuestro Inframundo”-, ya tiene fe pública; y ni el presidente y su predecesor, con todo y sus respectivas parafernalias, pueden cambiarlo.

El hecho indiscutible es que vamos a la zaga en materia de libertad de expresión. Lo digo después de recibir el PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO 2015. Y si antes, durante la hegemonía priísta, el intervensionismo estatal asfixiaba, ahora es bastante peor aunque se diga que podemos hacer los señalamientos ya registrados. Sucede, nada más, que la sociedad ha madurado y los informadores, asumiendo más riesgos, incluso el de poner en juego a la vida, vamos ganando, a contracorriente, nuevos espacios.

Debate

Es interesante subrayar que a los Estados Unidos y su gobierno poco le interese el destino de los periodistas asesinados, desaparecidos o perseguidos en México, cuando ellos alegan ser garantes de la libre expresión –no lo son, desde luego, porque prevalecen allí los intereses de los grandes consorcios por encima del gobierno incluso-, y arremeten contra la ausencia de resultados más efectivos en cuanto a la guerra contra los capos y cárteles que, como hemos señalado tantas veces, han infiltrado al ejército, la marina y la Secretaría de Seguridad Pública.

Mientras tanto, la reciente visita del presidente peña a Washington sirvió para medir el grado de influencia de la Casa Blanca en la perspectiva futura. Hace tres años, hasta Andrés Manuel López Obrador acudió, solícito, al llamado del embajador Earl Anthony Wayne, para que en su sede diplomática disertara con el alto funcionario y pudiera medirlo cara a cara como hizo igualmente con la nueva “dama de hierro”, Josefina en 2012, y lo hace ya con el ofrecido señor peña nieto que le garantizó dar continuidad a la batalla contra los criminales… como si se tratara de un párvulo prometiéndole al tutor portarse mejor que sus hermanos para ser merecedor de algún premio. Sencillamente vergonzoso.

Luego se hablaría de que los Estados Unidos, porque lo dijo el vicepresidente estadounidense Joe Biden –Joseph Robinette- no será un factor determinante a la hora de resolver los comicios en nuestro país. Esto es: la costumbre de negar lo que se sabe es cierto pero no conviene reconocerlo ni, mucho menos, divulgarlo. Cuestiones de Estado, aseguran. Porque, sin duda, como nunca antes, la Casa Blanca busca recuperar su influencia sobre el sur de sus fronteras, sus naciones satélites, porque considera que dejó muchos espacios aprovechados por los grandes mafiosos ahora también inmiscuidos en los procesos proselitistas como elementos decisorios… aunque nadie, ni el señor peña, se atreva a señalar a los beneficiarios.

Y es que escupir hacia arriba siempre es infortunado, como decíamos ayer.

La Anécdota

En el primer mundo, los padres están quedándose sin autoridad moral. En España, por ejemplo, una jovencita de dieciséis años denunció a sus progenitores por haberla castigado –y tenían razones para ello- con dejarla en casa, sin poder salir. La policía actuó y mando a la pareja a prisión por cuatro años; se estudia ahora a cuánto ascenderá la fianza. En aquel hogar, ya nadie preguntará quien gobierna porque quedó evidenciado. La cuestión es cómo, entonces, encontrar vías para educar a las nuevas generaciones. Alegan que de seguirse así, el ochenta por cieno de los padres españoles terminará en los juzgados. ¿Y si habláramos de los mexicanos?

La vida familiar está siendo profundamente alterada por los excesos coercitivos. Y ello jamás será mejor para los jóvenes que buscan un horizonte más abierto, ecuánime y justo.

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