Rafael Loret de Mola – Severas distorsiones

RAFAEL LORET DE MOLA

Por Rafael Loret de Mola

Los nuevos gobernadores se sienten a sus anchas, felices de ser protagonistas en una de las etapas más negras de la historia política del país –y también económica, religiosa y social, combinadas en un coctel por demás explosivo-, y convencidos de que han realizado sus carreras con éxito y enorme disposición para hacer fortunas a través de familiares y cómplices, aunque la liquidez oficial esté por los suelos y las participaciones federales mengüen sin el menor sentido de equidad republicana. En este punto volvemos a reiterar que Luis Videgaray Caso es solo un farsante.

Lo verdaderamente indignante, sin duda, es que la mayor parte de los nuevos mandatarios usurparon sus cargos, sea por desaseos comiciales o por chantajes soterrados bajo el agua de las dirigencias partidistas –con la excepción de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien se separó de su antiguo partido, el PRI, para ofrecer una vía independiente que remontó hasta la victoria inobjetable, aun cuando ahora tenga enfrente un desafío mayúsculo, sin aliados en el Congreso estatal ni alcaldes de su rebaño-.

El diferendo por Colima, citemos a una muestra, amén de escandaloso es un espejo de los chantajes y las maniobras soterradas de los postulantes y/o de sus dirigentes empeñados en llevarse la mejor tajada del pastel de los contubernios. Por ello, de nueve mandatarios entrantes cinco pertenecen al desgastado y descastado PRI, dos al PAN –Baja California Sur y el céntrico Querétaro-, una al PRD –Michoacán-, y otra más, Nuevo León, en manos de un independiente de quien ha abierto una enorme expectativa. (Quiero creerle, pese a su antigua militancia priísta extendida a más de tres décadas, porque la vía abierta es de excepcional importancia para el futuro; y de que cumpla su palabra, por ejemplo no teniendo misericordia de su antecesor, Rodrigo Medina de la Cruz, ni del padre de éste, Humberto Medina Ainslie –con inversiones multimillonarias a la sombra del poder, obviamente contrarias a la normatividad existente si bien pocas veces cumplida-, ni de cuantos, empresarios de prosapia, han transgredido a la ley sintiéndose intocables. Tengo una larga lista a disposición de los amables lectores.

El hecho es que, además, el PRI con sus colas “verdes” se llevó la mayor parte de los distritos electorales cuando el ochenta y cinco por ciento de los mexicanos repele a la administración de peña nieta. ¿Una contradicción? No la es si consideramos, claro, que el abstencionismo triunfante más el manoseo de cuantos controlan, de hecho, los órganos electorales determinó lo conducente en contra de la voluntad popular.

En Colima se llegó al extremo de anular un recuento legítimo, a favor del panista Jorge Luis Preciado Rodríguez, por noventa y tres sufragios de diferencia sobre el priista Peralta Sánchez, para revocar la tendencia y favorecer al favorito de Peña Nieto esta vez por el PRI; ya antes había cobijado a candidatos de otros partidos, como Ángel Rivero Aguirre, en Guerrero, con funestos resultados. El hecho es que el panista Preciado parece dispuesto a seguir la ruta de Mario Anguiano Moreno y Fernando Moreno Peña –atracadores de cuello alto-, los predecesores del cargo de gobernador, con quienes se ha aliado para vencer al priísta usurpador. Esto es, si la democracia gana los caciques se imponen; y si no es así, habría una abierta persecución contra Anguiano y Moreno Peña, comprometidos con el crimen contra el ex gobernador Silverio Cavazos Ceballos y coludidos en la repartición de latifundios urbanos con el consiguiente cobijo de las mafias. Por donde se quiera huele a caño.

Y así en cada entidad de la República en donde, más que los votos emitidos, privaron los chantajes subterráneos como eje de negociaciones para mantener una “sana” correlación de fuerzas con el partido en el gobierno, el del desacreditado peñismo, a la cabeza. Por ello, claro, creció el clamor y se extendió la crispación social sin rubor alguno por parte de la deplorable clase política, experta en la ruleta y abstemia de democracia.

Ya hemos hablado igualmente del caso de Tuxtla Gutiérrez en donde el gobernadorcito, Manuel Velasco Coello –cuando lo conocí procuró justificar su segundo apellido, un tanto apenado, por cuanto lo relacionaba con el inolvidable “fiscal de hierro”, torturador y represor, Javier Coello Trejo-, impuso, a rajatabla, a su incondicional Fernando Catellanos Cal y Mayor, sin el menor consenso ni raigambre alguno, a pesar de la polvareda levantada por quien, de verdad, ganó los comicios, el controvertido panista Francisco Rojas Toledo. No podía permitir Velasco que en la capital de “su” estado no pudiera pintar de verde sus aspiraciones para ser una de las grandes “colas” del priísmo ilegítimo.

Sólo entonces, consumado el atraco y con miles de tuxtleños en las calles, inició la campaña negra para desnudar al panista triunfador mediante videos en los que se le observa recibiendo dinero, en un hotel, por parte de un empresario vinculado con el PRI. Rojas Toledo alega que de ese dinero dio cuenta en su relación patrimonial y que había sido utilizado para el hospital gestionado por él. Lo cierto fue el golpe artero y el desconcierto inmediato de buena parte de sus simpatizantes cuyas interpretaciones sobre la filmación ilegal –mediando el espionaje-, fueron contrarias al perfil del ex candidato. Pero es el caso de que ya habían votado… y la democracia no toma en cuenta a las películas exhibidas a posteriori.

Otra vez la prueba: si se actúa de acuerdo a las tendencias plurales y democráticas, el Tribunal Federal del Poder Judicial Federal no tendría otra opción que validar la victoria de quien la obtuvo, el panista Rojas; pero, por otra parte, en sentido contrario, las colas “verdes” en el poder podrían iniciar una querella contra éste aunque se diera a destiempo de los plazos electorales. La extorsión debe perseguirse de oficio y no está sujeta al libre albedrío de los juzgadores. No es que Rojas sea culpable pero debe defenderse de tales hechos… aunque de acuerdo a la ley cualquier ciudadano es inocente hasta que se DEMUESTRA lo contrario y en esta fase andamos.

Ni que decir de Sonora, San Luis Potosí, Baja California Sur, Guerrero e incluso Michoacán en donde los números se dieron a favor de lo que el gobierno central requería. En realidad, todos perdieron por la baja afluencia de la ciudadanía, harta de engaños miserables y caciquiles, y la realidad palpable de gobernar en minoría. Y ningún legislador se atreve a plantear las necesarias “segundas vueltas” siquiera para validar el apoyo de la mayor parte de los votantes, no de los empadronados.

Por todo esto no extraña que los diputados federales de Tamaulipas, todos del PRI por supuesto gracias a sus complicidades mayores, hayan obtenido sitios relevantes en las distintas comisiones camarales. Faltó una: la de atención a los narcotraficantes, misma que debe crearse, para evitar las hipocresías de fondo. Sólo así, los “capos” serían merecedores de las “atenciones” por ellos exigidas a cambio de mantener sus dominios territoriales en el norte; como una muestra, Ciudad Mier, ya es un desierto urbano, sin moradores, salvo las bandas enfrentadas y los Oxxo que los nutren, y con las fachadas con huellas de los tiroteos incesantes. La población huyó por donde pudo y no hay indicios de que quiera volver, menos mientras siga en el poder el descastado Egidio Torre Cantú a quien no le importa haber escupido sobre la sangre derramada por su hermano Rodolfo quien debió ser electo unos días después de su asesinato.

Y si Egidio le entró al reparto, hicieron lo mismo no pocos alcaldes, sobre todo el de Tampico, Gustavo Torres Salinas –su nombre de pila y su segundo apellido lo pintan de cuerpo entero-, acusado por atentar contra la población indefensa, mandar quemar el mercado, atropellar derechos… y aliarse con las mafias de mayor cobertura. Todo un ejemplo de desvergüenza en un puerto infamado por su mal gobierno.

Por todo esto y más, no lo olviden: PARO NACIONAL. 14 DE OCTUBRE. FALTAN APENAS CUATRO DÍAS. NO HAY MARCHA ATRÁS.

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