Rafael Loret de Mola – Verdaderos Líderes

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Verdaderos Líderes
  • El Caso de Sicilia
  • Poder tras el Trono

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-Verdaderos-LideresLos líderes, por lo general, retratan a sus pueblos. Las excepciones son quienes ofenden el espíritu colectivo sea perpetuándose en el poder o asumiendo conductas dictatoriales que acaban por derrumbarlos tarde o temprano. Los tiranos, tarde o temprano, siempre pierden el juicio de la historia aunque hayan muerto bajo el cálido cobijo de la impunidad. Los pueblos, en no pocas ocasiones, soportan los yugos por miedo a perder las pobres “ventajas” de la sumisión: la paz, por ejemplo, que deviene del conformismo y no de la libertad. Esto es por efecto de la represión y no de la conciliación colectiva.

Fijémonos en el entorno de la dictadura franquista que tanto se parece a la hegemonía priísta con una diferencia notoria: en México la renovación sexenal del Ejecutivo cuando menos maquillaba un poco el rostro del sistema aunque no variaran los controles ni las ventajas del grupo dominante. A los españoles de hoy, quienes ya crecieron con la democracia, les incomoda hablar del pasado y del “caudillo”. Cuando indagué sobre ello me encontré con un complejo sentimiento de culpa por no haberse provocado la caída del tirano dejándole consumirse en su cama, esto es sin ceder un ápice de su poder. La tremenda imagen de su heredero, el rey Juan Carlos ya abdicado, designado por Franco haciendo a un lado los derechos dinásticos del padre de éste, inclinando reverente la cabeza ante el ataúd del dictador -escena repetida de manera recurrente por la televisión hispana-, sigue siendo un pesado lastre para las conciencias libres y para el nuevo monarca, Felipe VI. Pero siquiera hubo un punto final tras el intento golpista de febrero de 1981 y el refrendo de la democracia bajo una testa coronada que conserva la representación del Estado sin apenas involucrarse en las cuestiones del gobierno.

A los mexicanos, en cambio, nos da la impresión de que nada en nuestro entorno es diferente desde hace ya muchos lustros. La alternancia sólo abanicó las ilusiones generales sin determinar una transformación drástica, la prometida y jamás cumplida, de la vida institucional del país. El agobio no es por haber dejado morir al dictador en su lecho sino, más bien, por no ser capaces de construir otros escenarios políticos viables, esto es que no impliquen la ingobernabilidad. Y es que, sencillamente, el modelo presidencialista, aunque acotado por las torpezas operativas –es decir no por la vocación democrática de los mandatarios de la derecha-, sigue funcionando.

En España siquiera se enterró al régimen repudiado aun cuando se tardaran en ello siete años, desde 1975 a 1982, el lapso que sirvió para que los electores avalaran al socialista Felipe González superando con ello a la resistente derecha incapaz de desprenderse de la nostalgia por el franquismo. En México, el derrumbe del muro priísta, en 2000, no significó el finiquito del arraigado corporativismo ni puso fin a la demencial partidocracia.

Ahora, una a una van cayendo las caretas de la amoralidad pública como si fuera un auténtico carnaval rebosante de personajes cuyos rostros ocultos demuestran el nivel de las complicidades urdidas bajo el secreto confesional; para ello funcionan las cofradías y se dan alientos a las familias políticas relevantes que acabaron por integrar la moderna aristocracia mexicana.

Tan es así que el hijo de marta sahagún, Fernando Bribiesca Sahagún –cúspide de los inversionistas de Celaya desde que su padrastro fue presidente-, lanza su candidatura por el PANAL, el de elbita la del cadalso siniestro –un tema para telenovela-, apoyado por el PRI y los verdes. Esto es busca el mismo cargo que su madre, la Catalina Creel de nuestros días, buscó para ella, fracasando, bajo los auspicios de su otrora partido ideal, el PAN. Mientras tanto, Luisa María Calderón, hermana de “jelipe”, se postuló por segunda vez al gobierno de Michoacán tratando de convertir esta tierra, la de los Cárdenas, en feudo de los calderón. Claro, va por el PAN como espejo indiscutible de que en este partido se socava a los militantes y a la ideología por cuenta de los amarres con el poder.

¿Qué clase de política abyecta es ésta? Desde luego, Margarita Zavala, cuya parentela era concesionaria de la guardería ABC de Hermosillo -49 bebés quemados y muertos y otros 77 heridos-, tiene derecho a olvidar el pasado, en estos términos, y sugerir que nació ayer… en un México rebosante de ingenuos. Y ya trata de recolocarse para dar rienda suelta al “síndrome Hillary” –vean lo que ocasionó ya en Argentina-, de cara a los comicios de 2018 por la presidencia, con o sin peña de por medio. Y no señalamos lo anterior como un acto de misoginia sino, más bien, como la alerta sobre las ambiciones de las esposas que creen defender así un proyecto político absolutamente desconocido por la ciudadanía y, peor aún, tras los escandalosos fracasos de sus consortes.

Y lo mismo puede decirse en el PRI en donde Emilito gamboa, el sempiterno mandamás de la “cofradía de la mano caída”, promueve a su hijito, Pablo Gamboa Miner –el hijo de mamá, Angélica también de nombre-, para una candidatura en busca, desde ahora, del gobierno yucateco; y lo mismo sucede con otros personajes –digamos el presunto defraudador José Murat Casab, inmerso en el magnicidio de Lomas Taurinas, quien supo colocar a su hijito Alejandro muy cerca de peña nieto-, con protagonismo en el presente mexicano. ¡Y hasta a elba Esther se le mueve la pata a través de su yerno y otros adalides del corporativismo!

¿No se han cansado de votar por los aristócratas de nuevo cuño adheridos a cada uno de los partidos políticos? Revisen la nómina de MORENA y se encontrarán a no sé cuántos López Obrador o parientes de éstos, igual que en el PRD necesitado de llenar las vacantes de quienes se fueron en busca del icono y a salvo de los resquebrajados pilares. ¡Son una barbaridad de sujetos surgidos a la sombra de progenitores, hermanos, compadres de los poderosos que siguen medrando en la oscuridad!

Debate

Hace unos días, comentamos que, en nuestro país, los últimos liderazgos, acaso por efecto de la ausencia de representatividad de los partidos políticos y su rabioso sectarismo, habían surgido de la sociedad civil y después de acontecimientos dolorosos que obligaron a las víctimas, madres y padres ofendidos, o profesionales perseguidos, a tomar para sí la voz en demanda de justicia.

El caso del poeta Javier Sicilia es especialmente significativo. Es un hombre que pretendía vivir en paz con su entorno y, de pronto, con la muerte de su hijo Juan Francisco, el 28 de marzo de 2011, la sangre derramada inflamó su espíritu y lo ha impulsado a marchar en demanda no sólo de correctivos ni discursos huecos, tan frecuentes en los panistas, tanto el ex mandatario calderón como el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, sino de soluciones a la violencia infame que, en forma de terrorismo, se vuelca contra los jóvenes por distintas latitudes del país. Es decir, ya no estamos sólo ante el fenómeno del narcotráfico incontrolable sino igualmente debemos precisar que otras formas de barbarie van apoderándose de nuestro entorno.

Y es lamentable que el gobierno de la República, como salida demagógica como es su costumbre, alegue que está con la sociedad mientras prosiguen los asesinatos clandestinos por doquier y se evita, claro, hablar de terrorismo y de las posibles vinculaciones entre grupos subversivos mexicanos y algunas células de anarquistas internacionales, incluyendo Al Qaeda, como señaló el Departamento de Seguridad Nacional del poderoso vecino del norte.

Esto es, resulta muy cómodo concentrar el problema de la violencia en las vendettas entre mafias del narcotráfico sin asumir responsabilidades paralelas como, por ejemplo, el urgente saneamiento de los cuerpos de seguridad. Es vergonzoso, por decir lo menos, que ciertos políticos aleguen que piensan igual a cuantos protestan y marchan contra la violencia mientras permanece Los Pinos blindado por efectivos militares. Grotesco, podría ser igualmente un término adecuado para definir el contexto.

La Anécdota

Detrás de los ex presidentes salinas y zedillo, dos figuras mantienen relieve y presencia: joseph-marie córdova montoya y Liébano Sáenz Ortiz. El primero incluso permaneció cerca de los fox aun cuando debió ser discreto por las suspicacias que levantó al retirarse de Guadalajara, en donde cuenta con residencia, para acercarse, otra vez, a la mansión de Los Pinos.

En cuanto a Sáenz, no olvido lo que divulgué en “Los Cómplices” –Océano, 2001-:

“La DEA solicitó a Colosio (unas semanas antes de su sacrificio) separar de su equipo a varios elementos sospechosos, sobre todo a uno: el chihuahuense Liébana Sáenz Ortiz. El aspirante presidencial respondió que lo haría. Días después, ya en febrero de 1994, la DEA le remitió una lista de presuntos candidatos a diputados y senadores con vínculos con el narcotráfico…”
La relación, al parecer, nunca llegó a manos de Luis Donaldo.

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