En Campeche usan insectos para acabar con otra plaga de insectos

El pulgón de caña de azúcar es un problema grave en Campeche. La peste es capaz de infectar rápidamente hectáreas de sorgo dejándolas de inmediato inservibles. Las primeras detecciones del insecto provienen de 1977, pero fue hasta 2013 que comenzó a convertirse en un problema de magnitudes exorbitantes. Actualmente más del 90% de áreas que producen sorgo en Estados Unidos están amenazadas, y el riesgo ha llegado hasta la península de Yucatán.

Aunque se ha comprobado que algunos insecticidas son efectivos contra el pulgón, también hay una búsqueda constante por sus enemigos naturales, y el trabajo ya tiene sus primeros frutos en México: en Campeche la solución que implementan es la de combatir insectos, con más insectos.

Las crisopas verdes están siendo usadas como depredadores naturales del pulgón. En específico, sus larvas devoran a los insectos con facilidad. Lo mejor es que el sistema es amigable con el medio ambiente, más barato para granjeros, y se utiliza a otra especie que naturalmente está en el ambiente.

El medio CGTN reporta que en Campeche están usando este método, donde el gobierno del estado está pagando a Miguel Burgos, profesor del China Technical Institute para que produzca en laboratorio las crisopas verdes necesarias.

De acuerdo al medio, el laboratorio en cuestión podría producir suficientes crisopas para hacer frente a la plaga de pulgón en 20,000 hectáreas al año.

Crisopas verdes

El tratamiento además de ser amigable con el medio ambiente, es económico. Los huevos de crisopas necesarios para cubrir una hectárea valen solamente tres dólares. De acuerdo a Burgos el ahorro para los granjeros es de hasta 80%.

Si la efectividad resulta ser tal como la prometida, este podría convertirse en el mecanismo más viable para librarse de la peste, toda vez que la presencia del pulgón ya se ha reportado en 28 países.

En México también están siendo afectados por el pulgón de caña los estados de Sinaloa, Guanajuato, Michacán, Nayarit, Morelos, Jalisco y San Luis Potosí.

“El tratamiento nunca eliminará por completo la peste” explica el profesor Burgos, pero sí ayuda a reducir sustancialmente los números de pulgón.

Esta no es la primera vez que se utilizan mecanismos de control ambiental basados en la depredación para controlar el crecimiento masivo de especies que pone en peligro plantíos cuyo propósito esencial es la alimentación humana. Hace unos meses dábamos cuenta de un sistema de drones que ayudarían a dispersar insectos machos estériles de la especie plaga para provocar que las poblaciones se apareen sin generar descendencia.

Las técnicas de insectos machos estériles en realidad ha sido ocupada por la Senasica desde el siglo pasado.

Con información de Xataka.

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