Agua embotellada, un negocio millonario que México no necesita

Danone, Coca Cola y Pepsico controlan más del 60 % del negocio del agua embotellada en México- datos de la revista Forbes- esto luego de que en el territorio nacional se desatara una epidemia de cólera por aguas contaminadas, sin embargo, son las autoridades municipales las responsables de brindar agua potable a todos pobladores.

México se posiciona como el principal país en consumo de agua embotellada, cosa que no debería ocurrir dado que según se menciona en el Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todos los municipios del país están obligados a entregar agua potable para beber y bañarse, además del drenaje, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Por esta razón, académicos de diferentes instituciones concluyen que los mexicanos no deberíamos comprar agua embotellada como primera necesidad.

¿Por qué entonces se nos volvió una costumbre comprarla?

Fue en el año de 1991 en el que un brote de cólera le abrió la puerta un negocio millonario que hoy en día genera 66,500 millones de pesos anuales.

El 13 de junio de ese año en la comunidad de San Miguel Totolmaloya, en el municipio de Sultepec, Estado de México, se reportó el primero de miles de casos de cólera, una epidemia que atacaría en los meses siguientes a más de la mitad del país.

Tras este episodio, cientos de familias nunca más volvieron a consumir “agua de la llave”, por el miedo a enfermarse severamente de un mal cuya mortalidad fue de 34 defunciones durante 1991. Fue el gobierno quien a través de campañas en televisión, radio y medios impresos difundió la advertencia sobre la contaminación en el agua, sumado a la necesidad de hervirla antes de consumirla.

Tras esto, la marca Electropura (hoy Epura) apareció como la primera empresa que comercializó este temor.

Seguido de ella en el año 1995 comenzaron a venderse garrafones de plástico y agua embotellada al por mayor, durante los meses siguiente aparecieron más marcas en el mercado acompañadas de grandes campañas publicitarias en las cuales el cuidado de la salud se convirtió en el principal elemento de venta.

Hoy en día Danone, Coca Cola y Pepsico concentran el 64% del mercado nacional, que agrupa agua gasificada, agua embotellada y de manantial. (Datos Euromonitor).

Ahora bien, pese a  los riesgos bacteriológicos que rondan al recurso natural, de acuerdo con el reporte Estadísticas del agua 2016 elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hasta 2015, 92.5% de la población mexicana tenía cobertura de agua potable.

Por otro lado, el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade el 18 de julio de este año, mencionó  que el presupuesto que la Comisión ha invertido en cuidar el agua es superior a 181,000 millones de pesos, 86% más que en el periodo durante el sexenio de Felipe Calderón.

La realidad es que ante estos datos y los elevados niveles en las ventas de botellas de agua, se encuentra la desconfianza de una población que no cree que el agua que le llega a sus hogares sea potable. En el caso de la Ciudad de México, el agua que corre en los hogares en la zona poniente y centro de la capital es excelente, mientras que aquella que llega al oriente y sur es mala.

Pero si se profundiza en el tema, no solo está involucrado el excesivo gasto anual por la compra de garrafones en hogares, oficinas y escuelas, sino el consumo individual de botellas de plástico que sin duda generan toneladas de basura día a día.

Con información de Revista Forbes México

 

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