Autómatas y humanos comparten escenario en Robot!
Por Miguel Tierrafría
Guanajuato, Guanajuato. 30 de octubre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Ocho bailarines se enfrentan con el dilema del robot aprendiendo sus primeros pasos, al ritmo de música interpretada por cinco robots. Una evolución y convivencia teatral artística que se reflejó en el espectáculo de danza, música, luces y pasos robotizados en el espectáculo Robot! de Blanca Li, creadora artística del concepto, el cual estuvo en el Festival Internacional Cervantino.
La producción de Robot! incluye no solo bailarines en su elenco, sino también robots bailarines, robots musicales, así como ingenieros computacionales y animadores digitales que en conjunto forman la puesta teatral de España y Francia.
Los robots bailarines son provistos por Aldebaran Robotics, es llamado NAO, un robot humanoide de 58 centímetros que por medio de diversos sensores en su cuerpo, permite la interacción con los bailarines y con sus colegas robots.
En tanto, los robots musicales que participan en el espectáculo son de Maywa Denki que, armonizados con sonidos electrónicos y computacionales, amenizan durante toda la puesta en escena con ritmos como techno, rock, samba y otras más.
Robot! es una propuesta artística que rompe con los paradigmas del arte y la tecnología mezcladas y ambas como protagonistas en una puesta en escena. La tecnología, el uso de luces y animación en otros espectáculos es un complemento, en Robot! es protagonista de la narrativa teatral.
El espectáculo, con duración de poco más de 90 minutos, expresa la interacción del hombre-máquina en la vida cotidiana y cómo podría ser el robot cuando converge en el arte a través de la danza. La exhibición ofrece una orquesta compuesta por sonidos electrónicos hechos por máquinas, luces y animación digital orientada a los procesos lógico matemáticos y los lenguajes de programación, y se conjuga con la danza de los bailarines que se enfrentan al reto de compartir el arte con pequeños robots.
Blanca Li conjuga de forma evolutiva el proceso de desarrollo humano y el quiebre que ocurre en las primeras interacciones humano-máquina y cómo los procesos sociales se van moldeando en torno a las máquinas.
La imperfección del humano también es del robot que imita los movimientos en la danza. Los humanos caen y se levantan cuando dan sus primeros pasos; el robot, también.
Si el bailarín falla en la ejecución de su rutina, el robot por las limitaciones mecánicas también sufre de esa imperfectibilidad ante el arte. Aun con ello, ambos actores —bailarín y robot— se imitan en movimientos para producir una puesta teatral, con la tecnología como una propuesta en los espectáculos artísticos.
*Todas las fotografías cortesía de la sala de prensa virtual del FIC.