JUSTICIA Y RESPETO A DERECHOS HUMANOS, INDISPENSABLES PARA LOGRAR LA PAZ

  • La cultura de la paz es un derecho y una obligación de todos los integrantes de la sociedad.

Foto Bol. 158Toluca, México, 23 de Septiembre de 2012.- Aplicar los principios de justicia lo más posible, erradicar la violencia y contribuir a una cultura de respeto a los derechos humanos, son acciones indispensables que la sociedad debe realizar para lograr la paz, no sólo a nivel individual sino colectivo, afirmó el Visitador Adjunto de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Luis Antonio Hernández Sandoval.


Puntualizó que lograr la paz tiene que ver no sólo con las naciones sino con cada uno de los integrantes de la sociedad, ya que para alcanzarla, es necesario comenzar desde la convivencia interior y proyectarla a cuestiones locales y globales.


Asimismo, expuso que para contribuir a una cultura de la paz,  se debe actuar proactivamente y en la Defensoría de Habitantes, se trabaja desde la promoción de los derechos humanos, aplicando los principios de justicia.


Luis Antonio Hernández Sandoval, aseguró que “la paz la vamos a conseguir con una elevada justicia y con ella tendremos un nivel muy reducido de violencia”.


La cultura de la paz, abundó, tiene que ver con un conjunto de actitudes, valores comportamientos y modos de vida con injerencia especial en el respeto de la dignidad humana, los derechos de todas las personas y la eliminación de la violencia. “Si nosotros respetamos los derechos humanos, vamos a practicar y tener muy asequible la paz misma”, añadió.


El funcionario de la CODHEM destacó que la paz tiene una relación muy estrecha con el respeto a los derechos humanos a través del desapego de conflictos, por ello, se crearon instrumentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos para configurar una cultura de la paz en el mundo.


Ante ello, recalcó que además de un derecho, “es importante la obligación de vivir en paz, todos debemos hacer lo posible para erradicar la violencia. Es una obligación de todos nosotros”.


Enfatizó que los integrantes de la sociedad podemos contribuir a erradicar la violencia como individuos y de manera estructural, eliminando flagelos de injusticia y desigualdad; pero sobre todo, promoviendo la paz desde el seno familiar al ser considerado como núcleo principal de la sociedad.


Por último, detalló que en la familia,  “el ánimo que debe privar es de apego, cooperación, solidaridad, comprensión y reciprocidad. Con esos elementos es más fácil erradicar ese lastre llamado violencia”.

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