LA CARTA…
El papá entra en el cuarto de su hijo y ve una carta sobre la cama. La agarra rápidamente y comienza a desdoblarla, temiendo lo peor. En ella lee lo siguiente:
Querido Papi:
Con mucho pesar te informo que estoy huyendo de casa para nunca más volver, pero quiero que sepas que no he huido solo… ¡me he escapado con mi novio Pedro!, Estamos muy enamorados… Él es un hombre muy lindo además de muy buen amante… Con esos piercings y tatuajes en todo su musculoso cuerpo me vuelve loco. Mi vida sexual es grandiosa, pues me hace suyo en todas las formas imaginables… también tiene una espectacular moto BMW en la que hemos realizado nuestras mayores locuras de amor, pero no es solo por eso que quiero estar con mi amado para siempre, la realidad es que descubrí que no me gustan las mujeres… aunque no las odio me parecen asquerosas.
Como sé que tú nunca vas a aprobar mis preferencias sexuales, ni mi relación con Pedro, he preferido huir con él para vivir muy feliz en su tráiler. Pedro quiere que adoptemos unos niños para criarlos como nuestros hijos, pues quiere que formemos una hermosa y ejemplar familia. Con Pedro aprendí que la marihuana y la cocaína son muy buenas, que son cosas naturales y que en realidad no le hacen mal a nadie… Por eso, en nuestro pequeño hogar nunca van a faltar esas maravillosas drogas que, mezcladas con alcohol vuelve al sexo una experiencia inimaginablemente maravillosa, nos llevan a vivir orgasmos de locura. Pedro me ha dicho que él, nuestros hijos, sus amigos gays, y yo, podremos vivir juntos, dentro de la más perfecta armonía.
Papi, no quiero que te preocupes. Yo ya soy un hombre de 16 años y me se cuidar muy bien, porque ya se perfectamente lo que quiero de la vida…Tal vez un día yo regrese, y espero que tu y mi mami se sientan orgullosos al conocer a mis hijos y a mi marido… Un gran abrazo.
El padre estaba en shock y casi desmayado, cuando vio que abajo había un par de líneas mas que decían:
P.D. Ya no te asustes mas cabrón, ¡todo lo anterior es mentira!. Fui a dar una vueltecita con Chabelita, la hija de Doña María nuestra vecina, esa que esta bien rica
Solo quería demostrarte que existen cosas mucho peores que las calificaciones en rojo de mi boleta de la prepa, que por cierto están en tu escritorio para que me las firmes.
Ahora si, un gran abrazo de tu hijazo que le
encanta la nalga femenina… y que salió igualito
que su papá, bien cabrón para las viejas, pero bien
pendejo para el estudio.