Mes del Banderazo y Algunos Orígenes

  • Mes del Banderazo.
  • Algunos Orígenes.

Por Rafael Loret de Mola

Parecen listos pero se han debilitado en la espera. De hecho, es bastante cuestionable el acatamiento a las dogmas del Instituto Nacional Electoral que redujo los tiempos de campañas –todavía hace algunos sexenios duraban casi un año con los consiguientes perjuicios económicos y auditivos-, hasta tres meses, si bien los dirigentes partidistas encontraron avenidas –antes las llamábamos lagunas-, para bordear los límites coercitivos y hacer cuanto les ha venido en gana con reuniones “privadas”, que se hacen públicas, y eventos “internos” que reclaman la presencia de miles de militantes –las unciones finales, diríamos-. 

Si el INE se aplicara con energía y rigidez, éste sería el momento en el que no hubiera aspirantes presidenciales, ninguno, adelantándose así el caos previsible para un entorno marcado por el fraude; ejecutarlo ya no será tan simple como en otros comicios porque la sociedad ha madurado y cuenta ahora con instrumentos de comunicación cibernéticos cuyos alcances son superiores a los consabidos intentos de manipulación gubernamental, incluyendo a las casas encuestadoras listas a cumplimentar al mejor postor. 

Todos los aspirantes, sin excepción, están bajo sospecha, alguna malintencionada con el propósito de acordonar al adversario más avanzado –una estrategia natural para intentar cazar a quien lleva la delantera o acercarse al mismo-, pero ninguno se atreve a profundizar en los temas turbios que van mucho más allá de los señalamientos de orden personal aun cuando, en no pocos casos y considerando a los candidatos a gobernadores, diputados y senadores, debieran ser motivos de coerción. Lo lamentable, en todo caso, es que las denuncias se produjeran hasta estos días cuando las planillas y plantillas están definidas; y, claro, cualquier señalamiento cae no en el terreno judicial sino sobre los pantanos de la intensa “guerra sucia”.

Ricardo Anaya es quien parece estar más cerca del patíbulo político. Manuel Barreiro Castañeda, uno de los socios para la triangulación de fondos desde la Fundación por más Humanismo, creada por el aspirante del PAN, PRD y MC, tiene un pie adentro de la cárcel y no parecen reversibles las acusaciones en su contra por el manejo de decenas de millones de pesos –menos mal que no son los 55 millones de dólares volátiles en manos de “Napo” Gómez Urrutia, hoy “morenista”-, 58 de los cuales derivaron, aseguran los señalados, de la venta irregular de una nave a la compañía Manhattan Masterplant the Velopment. 

Pese a todo, el asunto es de poca monta si lo comparamos con los mil 311 millones de pesos desviados por la SEDESOL bajo la titularidad de Rosario Robles Berlanga y solapados por su sucesor, José Antonio Meade Kuribreña, quien también, más tarde en su calidad de secretario de Hacienda, hizo lo propio con la lamentable y prejuiciosa distribución e las prerrogativas a los gobiernos estatales. En otras naciones un escándalo de este nivel acabaría con una Presidencia y un gabinete entero; en México parece una más de las diatribas, así lo presentan algunos, propios de los desencuentros de campaña. Patrañas. 

Lo cierto es que quien llegue, al fin, al Palacio Nacional no tendrá, precisamente, las manos limpias. 

La Anécdota

Azuzan a las presuntas primeras damas también, a veces con mentiras exageradas, hasta grotescas. Por ejemplo a Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés, se le atribuye ser nieta de Heinrich Müller, un ex agente de la Gestapo quien sirvió a Hitler. La realidad es que el padre de su madre se llamaba Adolfo Müller y fue un buen acuarelista. 

Por otro lado, Claudia Sheinbaum Pardo, es de origen búlgaro y habla e idioma vernáculo a la perfección, siendo su padre de esta nacionalidad, Carlos Sheinbaum Yoselevitz; además, su pareja sentimental es el ex porro, Carlos Imaz Gispert, cooptado por Andrés antes de la primera campaña presidencial de éste en 2006. Saltó, casi automáticamente, de la UNAM a las filas perredistas luego de realizar tareas de provocación callejeras.

Si dicen que el vecino del norte es el país de los emigrantes, México ya está en manos de ellos y sus descendientes por diversos canales. Abundaremos con los priistas –Enrique Ochoa Reza- y los panistas con bases idénticas.

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