Premio Nobel en el Festival Cervantino
George F. Smoot explica los mapas del cosmos
Por Miguel Tierrafría
Guanajuato, Guanajuato. 22 de octubre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Con la velocidad de la luz, se han logrado descubrimientos sobre el origen y la historia del universo desde el momento en que inició con el Big Bang. Parte de esos descubrimientos se han logrado obtener gracias a los trabajos que ha realizado el astrofísico estadounidense George F. Smoot, ganador del Premio Nobel en el año 2006, quien acudió al Festival Internacional Cervantino a impartir la conferencia Mapas del universo. Su historia.
Durante una hora, el cosmólogo George Fitzgerald Smoot explicó que a través de las lecturas de luz que han realizado los satélites COBE en 1989, WMAP en 2000 y Planck en 2009 ha logrado obtener mapas esféricos del universo que muestran el origen de los tiempos.
“Si vemos una galaxia común y corriente, vemos que la luz tarda entre cien millones de años a varios miles de millones de años para llegar hasta nosotros; de modo que si vemos hasta donde sea posible, podríamos ver hasta cuando el universo era miles de veces más pequeño, el momento en que el universo tenía unos 400 mil años, ahorita tiene 400 mil millones de años, y he dedicado buena parte de mi carrera a medir todo esto (…) sería el tiempo, el inicio de los tiempos, porque conforme nos vamos alejando, vamos regresando el tiempo, es como una pared cónica que permite ver en tres dimensiones”.
Con la luz como la variable para medir el tiempo en que inició el universo para cotejar los datos, se ha logrado conjuntar diversos mapeos sobre cómo se conformó y del comportamiento del universo desde la explosión del Big Bang hasta la actualidad; en estos mapeos aparece la existencia de poco más de cinco mil millones de galaxias y otras más que siguen formándose.
En el mapeo del universo que ha emprendido el ganador del Premio Nobel en 2006, toma como referencia o como punto central el planeta Tierra, y a partir de ahí se hacen las mediciones de la luz que llega a los telescopios espaciales, que son capturadas y cotejadas para que, mediante un modelo matemático, se recree la distancia del tiempo que tardó en llegar la luz por el universo, además de analizar el comportamiento del mismo.
“Nosotros estamos en el centro y las galaxias modernas están a nuestro alrededor, pensemos que esto es un cono que va saliendo, tenemos las galaxias y hay una región donde no hay estrellas ni galaxias y finalmente existe toda esta radiación que es del inicio del universo, el inicio de los tiempos”.
Smoot hizo una analogía sobre su labor mapeando el universo con la que realizan los peritos forenses, en donde coincide en que en la cosmología, como en la criminología, se buscan pistas, rastros en donde el cuerpo de análisis es el universo y cómo es que se ha logrado conformar a lo largo de miles de millones de años.
“Hacemos el mismo trabajo que los peritos forenses (…) tratamos de encontrar las pistas y luego hacemos modelos de lo que ocurrió con simulaciones por computadora que nos pueden llevar a que estas se conformen con las observaciones”.
El astrónomo estadounidense explicó que parte del trabajo que los cosmólogos hacen con estas mediciones de la luz que llega del universo es utilizar el tiempo para regresar al inicio del universo, el cual tiene una regularidad mayor a la del aire o el agua.
“La regularidad del universo es más que la regularidad de una botella de agua, el agua tiene más fluctuaciones igual que las variaciones del aire, pero el universo se fue formando muy lentamente pero de manera hermosa; según nuestras mediciones hay diferentes esferas en diferentes distancias porque el objetivo es regresar y regresar”, aseveró.
Tiempo finito
Al finalizar su charla, asistentes a la conferencia cuestionaron a George Fitzgerald Smoot acerca del concepto del infinito, al cual el cosmólogo afirmó que el tiempo puede ser finito, aunque la idea de la gente se aferre a que el tiempo es para siempre y no tiene un final.
“El tiempo puede ser finito, es decir que puede haber un inicio y un final del tiempo y podría ser algo redondo como la superficie de una esfera, con un inicio y un final, pero todo mundo prefiere un universo que vaya para siempre que nunca termine, es un concepto difícil”.
Otra de las preguntas que hicieron al astrónomo, con la que finalizó su participación, fue respecto a si en la historia del universo existe la memoria en las partículas, a lo que Fitzgerald Smoot expresó que la memoria reside en el tiempo-espacio y no en las partículas.