Rafael Loret de Mola – ¿Nueva democracia?

RAFAEL LORET DE MOLA

Por Rafael Loret de Mola

La anulación de los comicios para gobernador de Colima, en la víspera de la llegada de la cruel “Patricia” al litoral del Pacífico, no fue una novedad para quienes, en 2003, vivieron una situación similar al comprobarse la descarada intervención del gobernador en funciones, el ahora baleado Fernando Moreno Peña, a favor de Gustavo Vázquez Montes, uno de los políticos jóvenes que formaban la nueva hornada de un priísmo en bancarrota –ya se habían entronizado los fox, ella y él naturalmente-; ahora se acusa de lo mismo al narco-gobernador, Mario Anguiano Moreno, incapaz no sólo de resolver el asesinato de su predecesor inmediato, Silverio Cavazos Ceballos, ni dar seguimiento alguno, de verdad, al extraño atentado sufrido por el ex mandatario Moreno Peña apenas el pasado 12 de octubre, día de la Raza.

Para nadie pasó desapercibido que el “hombre fuerte” de Colima fue baleado, a quemarropa, recibiendo seis tiros, ninguno con trayectoria mortal a pesar de que el ejecutor era en apariencia un sicario consumado con arma de alto poder, sin que sus compañeros de desayuno, un ex rector y un periodista aliado, sufrieran el menor rasguño en pleno diálogo íntimo en el restaurante “Los Naranjos” uno de los de mayor clientela de la blanca capital de la entidad.

El atentado fue, más bien, un aviso o una tercera llamada para poner en orden las cosas tras serias diferencias entre la víctima y Anguiano quien, desde luego, pretende desplazar al primero de su sitial de cacique. De haberse querido otra cosa estaríamos hablando de un crimen con similares elementos al perpetrado contra Cavazos Ceballos.

No se olvide, además, que en el segundo de los casos el testigo clave fue Rafael Gutiérrez Villalobos quien, por cierto, se encontraba conversando con el ex gobernador desde la esquina de su casa y con visión franca hacia la camioneta que, muy lentamente, se acercó al lugar, dio la vuelta y posibilitó a los pasajeros tirotear a placer a Cavazos. El círculo se cierra y las hipocresías aumentan a partir de este controvertido punto. Gutiérrez Villalobos era, en el momento del abyecto hecho, secretario de Fomento Económico y se le veía como “brazo derecho” del mandatario en funciones.

Por ello, claro, Anguiano requería asegurarse de que un elemento afín llegara al gobierno y, aunque apostó por el PAN enviando a su colaborador más cercano a coordinar la campaña de éste, Jorge Luis Preciado Rodríguez, hizo lo posible por exhibir sus apoyos pecuniarios a favor del priísta José Ignacio Peralta Sánchez quien se encaminaba a romper la hegemonía de Moreno Peña y de Anguiano pero requería de fondos para no tropezar… y en esta trampa se lo llevó el TRIFE apenas nueve días antes de que tomara posesión el señor Peralta Sánchez, “Nacho”.

Debe asentarse algo que resulta, cuando menos, curioso: en los dos antecedentes cercanos de anulaciones electorales sobre el cargo de gobernador, en la misma Colima en 2003 y en Tabasco en 2000, han obtenido triunfos en los comicios extraordinarios los mismos cuestionados… pero con bastante mayor margen, esto es bajo el supuesto de que un mayor número de electores salió de sus casas para validar las victorias bajo sospecha.

Por ejemplo, en Tabasco, dos días antes de la toma de posesión de Manuel Andrade Díaz –exactamente el 29 de diciembre de 2000-, el TRIFE tiró abajo la elección y conminó a la celebración de nuevas elecciones. En cuarenta y ocho horas se buscó sustituto y como las fracciones del Congreso no llegaron a acuerdo alguno se dio el insólito caso de que, por unos días, la entidad estuviera bajo el mando de dos interinos hasta que la negociación optó por uno de ellos, Enrique Priego Oropeza, quien llamó a una nueva jornada en donde Andrade Díaz, favorito de Roberto madrazo pintado, el saliente, se impuso por mayoría absoluta, esto es con el 50.6% de los sufragios sobre el impugnador perredista César Raúl Ojeda Zubieta, antiguo aliando de Andrés Manuel aunque luego éste lo citó como uno de los defraudadores beneficiados por el FOBAPROA amoral. Un círculo infernal de traiciones.

Algo similar ocurrió en el caso de Vázquez Montes en Colima quien, en las elecciones extraordinarias en 2003 venció a su contrincante, Leoncio Morán Sánchez, del PAN, quien igualmente competiría con Cavazos Ceballos en la tercera elección realizada tras el extraño accidente aéreo sufrido por el gobernador Vázquez en las cercanías de Tzitzio, Michoacán, por donde pasaron a muy baja altura como si se tratase de un vuelo para eludir los radares como hace cien días hizo el célebre Joaquín Guzmán Loera.

Murieron también en aquella ocasión varios funcionarios del gobierno colimense: “ Roberto Preciado Cuevas, secretario de turismo, Guillermo Miguel Díaz Zamorano, Director de promoción turística y Luis Ramón Barreda Cedillo, secretario de Finanzas, además del empresario Alejandro Dávila y los pilotos de la aeronave en que viajaban, Germán Ascencio Fauvet y Mario Torres González”. (Cita de Wikipedia).

La mecánica aturde porque, en una de las más pequeñas entidades del país, territorialmente hablando, se vive un verdadero infierno por parte de los grupos enfrentados por el fuete del cacicazgo y el liderazgo político que, por desgracia, depende, en buena medida, de las órdenes y conveniencias del “cártel de los González Leyva” beneficiado por dos familias ex presidenciales: las de Miguel de la Madrid Hurtado, de origen colimense –su padre y su bisabuelo, Enrique O. de la Madrid y Miguel de la Madrid Guerrero, respectivamente, fueron gobernadores de la entidad-, y Ernesto Zedillo Ponce de León por la vía con mayores ataduras, esto es la de su esposa Nilda Velasco, colimense, de quien estuvo a punto de divorciarse tras conocerse el idilio de su marido con Julia Carabias Lillo, ex secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca durante el zedillismo simulador y esposa de José Woldenberg Karakowsky quien fungía en ese momento, entre 1997 y 2003 –con la primera alternancia en el plató-, como presidente consejero del Instituto Federal Electoral –hoy INE-.

Además de que nos queda muy clara la autonomía del órgano electoral rector, con el esposo de la amante del presidente de la República en funciones de consejero principal del IFE –se dice que ernesto tiene afición por las mujeres que puedan interactuar con él, esto es a quienes considera de mentalidad superior, en la cúspide de la soberbia-, el matrimonio Zedillo- Velasco no se separó y aún cohabitan en una residencia en New Haven Connecticut, en pleno corazón de los Estados Unidos y convencidos ambos de que México es solo su proveedor gracias a la ilegalidad flagrante de sus cómplices semi-ocultos. De allí, claro, la putrefacción de sus gobernadores con la anuencia del centralismo.

Por desgracia, el devastador clima distrae la atención de los medios. Y hay razón para ello: colimenses, jaliscienses y nayaritas –ahora les tocó a ellos-, apenas pueden sobrevivir al día, en su mayoría y con la excepción de los ricos-cómplices de los mandatarios en ristre; por ello cuando llegan los meteoros son tan devastadores y crueles, sobre todo por la proverbial negligencia de las autoridades que no ofrecen soluciones de fondo, tras cada tragedia, sino hacen lo posible para preparar la que viene proveyendo a los damnificados, siempre usados para las fotografías, de cuanto perdieron e instándolos a volver a prepararse para cuanto pueda llegar en el futuro inmediato. La peor de las catástrofes no es natural sino deviene del funcionamiento perverso de las instituciones estatales, siempre dispuestas a ocultar los verdaderos orígenes de cada drama.

Por supuesto, los herederos de Miguel de la Madrid –uno de ellos, Enrique, es secretario de Turismo con todos los blasones obtenidos por el nepotismo-, y Zedillo y los suyos, gozan de cabal salud. ¿Estarán dispuestos, siquiera, a salvaguardar a sus coterráneos y apoyarles en la época de los desastres habilitados por el mal desempeño y la nula precaución por ellos sembrada? Por desgracia, lo dudamos mucho.

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