Rafael Loret de Mola – Coberturas con Crudo

RAFAEL LORET DE MOLA

  • Coberturas con Crudo
  • Los “Pasos” Aduanales
  • Cincuenta Asesinatos

Por Rafael Loret de Mola

Rafael-Loret-de-Mola-Coberturas-con-CrudoEl secretario de Hacienda, luis videgaray caso, pretende colocarse de nuevo en la primera línea de salida con rumbo a la carrera por la sucesión presidencial. Para tal efecto, y ante la cercanía de los comicios del 7 de junio próximo, insiste en que México, más bien su gobierno, está bien preparado para aceptar la “tormenta financiera” de 2016. Una salida política para brincarse los tiempos electorales y asegurar que, pese a perdernos en el presente bajo los estruendos de las campañas y las cataratas de mensajes masivos que se desarrollarán con más fuerza durante el siguiente mes completo, el gobierno, priísta se entiende, tiene todo bajo control.

No dice, por supuesto, que cuando la violencia arrecia, pese a las ofertas de gran envergadura, las inversiones privadas y las exportaciones tienen una caída aproximada del 16 y el 15 por ciento como se reportó en la primera década de este milenio tercero bajo la égida de un panismo maniatado y completamente inútil. Además, igualmente, el consumo privado se fue para abajo. El Banco Mundial, en la misma línea, advierte que la inseguridad tiende a elevar –lo que es completamente lógico- la desigualdad social un fenómeno que se ha dado específicamente en México en los años recientes. No hay engaño ni especulación posible: son datos duros que la secretaría de Hacienda pretende amortiguar con el optimismo de supuestas coberturas “petroleras” tal y como anunció, ¡en 1976!, el entonces presidente josé lópez portillo al anunciar que debíamos prepararnos para “administrar la abundancia” y ésta sólo les llegó a los grandes especuladores, desde dentro de su gobierno como él mismo reconoció a este columnista –ubicando como el primero de la lista a Pedro Ojeda Paullada, acaso para desviar la atención sobre su fiel mecenas Carlos Hank González-, que quebraron a la banca mexicana dos veces: al retirar sus fondos para cubrirse las espaldas y luego de la estatización bancaria que, en realidad, sirvió para rescatar a los financieros que sí estaban bien cubiertos para cualquier eventualidad; luego recibirían la mayor indemnización otorgada por el gobierno de México en su historia, misma con la que pudieron no sólo recuperarse del golpe lópezportillista sino aumentar sus caudales de manera considerable. Una parodia que permitió la renovación exitosa de la nueva aristocracia mexicana.

Poco después nos cayó la tecnocracia encima, relevando a la clase política –aquella que sí conocía al país aunque en la misma proporción le encajaba el diente de la corrupción-, y con una secuela de economistas quienes, en su conjunto, empobrecieron a los mexicanos y posibilitaron el auge de los capitales aventureros, apostadores en la Bolsa de Valores con maniobras derivadas de la información ilegal, para incrementar fortunas a costa del erario y del poder adquisitivo de los mexicanos. Poco faltó para que llegara, desde entonces, la dolarización y ésta se canalizara hacia una especie de Unión Norteamericana, para contrarrestar a la europea, con nosotros convertidos en las mascotas de la gran casa. Así ha sido, de cualquier manera, tras la firma del Tratado de Libre Comercio en el que siempre hemos sido los últimos pelitos de la cola del león.

Más temor me da el anuncio del gobernador del Banco de México –mismo que requiere de dos asientos en primera clase para poder transportarse en avión además de los de sus acompañantes-, Agustín Carstens Carstens, acerca de que nuestro país “está preparado” para superar la coyuntura del presente gracias a los pronósticos sobre la posibilidad de que las tasas de interés en Estados Unidos se coloquen al alza inhibiendo la excesiva circulación de dólares y nivelando con ello el valor de nuestras reservas, detenida desde hace varios meses, en 194 mil millones de dólares; detenidas, subrayo, porque la tendencia era a superar todas las barreras y situarse por encima de los límites de los 250 mil millones de dólares en el transcurso de la primera mitad del sexenio peñista, misma que termina en noviembre venidero.

Sí, aunque sea difícil digerirlo, se nos está escapando de la mano la necesidad de un retiro presidencial siquiera antes del inminente colapso esperado para diciembre próximo, como suele ocurrir casi como una tradición, sin perspectivas alentadoras reales. Los optimismos no suelen ser serios en estos tiempos de recesión aunada a una mala administración de los fondos públicos. Y, por cierto, ¿cuándo nos habla el señor peña nieto de las 4 mil 600 obras anunciadas para este año y obviamente “pospuestas”, para no decir candeladas, por los esperados duros golpes del invierno económico? Nos han mentido hasta el cansancio, sin remedio posible.

Hablando de Carstens no debe olvidarse que fue el más aventajado discípulo de Rodrigo Rato y Figaredo, ahora cubierto por las inmundicias de sus fraudes bancarios una vez que dejó el Fondo Monetario Internacional, donde el voluminoso Agustín fue su segundo, y se situó como presidente de Caja Madrid luego convertida en BANKIA, la de las Torres de la Plaza Castilla, emblemas de los “rascacielos” escasos de Madrid. Rato, además, fue vicepresidente del gobierno español, de Economía, bajo la férula del agobiante y chaplinesco José María Aznar, quien metió a su país en la guerra creyendo que con ello ganaba la buena voluntad, y hasta la amistad, del perverso clan Bush entonces apoderados de la Casa Blanca. Y, para colmo, Jeb, hermano de George Juniors y ex gobernador de Florida –donde se perpetró el fraude para que accediera su cófrade a la oficina oval-, está arriba en las encuestas de los republicanos quienes, en general, están mejor situados que los demócratas de cara a las elecciones presidenciales en 2016. ¿Será por esto que videgaray prevé un “buen año”?

Desde luego, el crimen está desatado. Durante un tiempo se dio un curioso fenómeno que las lumbreras de la economía no han sido capaces de explicar: a mayor barbarie, mejores inversiones desde fuera. En buena medida ello ocurrió por las ofertas extremas de nuestro gobierno para no desalentar a los capitales aventureros y dar la impresión de que la estabilidad era prueba de un supuesto control de la vida y desarrollo nacionales. No era así, pero no pocos se tragaron el anzuelo.

Tres hechos escandalosos modificaron esta perspectiva:

A).- El notable debilitamiento, físico y de autoridad, del presidente peña obviamente bajo el estatus de los militares. Guardando proporciones, podría decirse que ningún otro mandatario, desde el mártir Madero víctima de una traición abyecta, había estado tan propenso a los mandos castrenses como el actual a quien, como al abdicado Juan Carlos de Borbón, parecen haberle dicho generales y almirantes: “Usted, majestad, diviértase; nosotros nos ocuparemos de la política”. Sólo falta que le regalen un yate –“El Bribón” se llamaba el del antiguo rey-, convocando a la ciudadanía a ponerle nombre. Yo tengo uno ideal: “Predador”, para hacer un paralelismo explicable. Se escuchan sugerencias porque la cosa puede ir en serio.

No entiendo, la verdad, cómo puede hablarse de “coberturas petroleras” como la gran panacea de videgaray, cuando los precios de nuestra mezcla están envueltos en un constante vaivén con más inclinación a bajar que a subir y equilibrarse. El sube y baja nos es desfavorable en cada instante y de ello no da cuentas quien debiera estar sujeto a la autoridad del mandatario quien, a su vez, debe bajar la cabeza ante el mandante, el conglomerado nacional en su conjunto. Pero, claro, la letra de la Constitución, a estas alturas y tras seiscientos “parches”, ya nos parece ¡utopía! Y luego tenemos que escuchar peroratas interminables sobre el estado de derecho y la solidez de los basamentos del poder cuando los observamos desmoronarse uno a uno.

Para colmo, entre los sacudimientos financieros, debe considerarse los bajísimos niveles de aprobación que sustentan el “democrático” mandato presidencial: sólo un 15 por ciento de los mexicanos en edad de votar lo aprueban, tres de cada veinte. Jamás se había rozado la unanimidad en contra tan seriamente como ahora. Pese a ello no hay reacción alguna ni una salida de emergencia a la vista. Por el contrario: hasta los funcionarios, como videgaray, aceptan que este 2015 electoral está perdido y avizoran el 2016 para extender las esperanzas… de los ingenuos, los tuertos y los corifeos. Con ellos, claro, se reúne el célebre 15 por ciento, muy por abajo incluso de los votos duros que dice tener el PRI. ¿Hasta los priístas ya no quieren al presidente en curso? No me extrañaría porque he escuchado a algunos de los más célebres.

Debate

Hace algunos años, cuando menos una década completa, percibimos e informamos que la distensión hacia los tráileres cargados con droga, a su paso por las autopistas de los Estados Unidos, sólo podía tener una explicación: el visto bueno de los aduaneros y los agentes de la Border Patrol estadounidense. En efecto, a partir de este punto, fue descubriéndose que la estabilidad del mercado estadounidense de estupefacientes deriva en buena medida de la capacidad de las agencias de inteligencia para mantener los equilibrios y simular la persecución de los cárteles mexicanos, con los que se entienden, sembrando cadáveres como rastrojos inútiles.
Al gobierno le molestó enormemente que se hablara de nuestro país como un enorme cementerio de fosas clandestinas en voz de algunos mandatarios centro y sudamericanos acaso molestos por la intromisión de los cárteles en sus propios países, digamos en Colombia en donde la paz pende de un hilo pese a los esfuerzos mayúsculas para detener a los narcotraficantes de Cali y Medellín sobre todo –la historia de Pablo Escobar ya se convirtió en leyenda telenovelera-, y ahora se percatan que son los capos mexicanos quienes mantienen el comercio envilecido. ¿Qué se puede esperar en el futuro?

Pero más brutal aún es la ausencia de capacidad de nuestros gobernantes para hablar claro en la Casa Blanca y exigir, con pleno uso de la soberanía nacional, que se proceda en la Unión Americana con la misma rudeza con la cual se persigue y mata a los agentes del mal y sicarios en territorio mexicano. ¿Para eso es para lo que les permiten a los policías de extranjero portar y usar armas sobre territorio nacional? Me temo que sí.

Ahora, la denuncia ha crecido sobre la propensión de aduaneros y agentes fronterizos a corromperse no sólo por dinero sino igualmente por su inclinación por las ofertas sexuales de primera línea. Las deformaciones sobre las costumbres estadounidenses, mil veces difundidas por la televisión, crecen sin remedio; pero la basura la siguen arrojando sobre México.

La Anécdota

De acuerdo al Comité de Protección de Periodistas, en México se ha asesinado a cincuenta colegas en los últimos dos años. A este ritmo, de veinticinco crímenes cada doce meses, al final del sexenio –con o sin peña-, tendremos ciento cincuenta cadáveres de colegas silenciados, casi el doble de los anotados durante el execrable régimen de miguel de la madrid y de su testaferro manuel bartlett díaz, ahora cobijado bajo los pantalones de Andrés Manuel.

Pese a lo anterior, no aparecemos ahora entre las naciones con mayores índices de represión contra losn informadores, mismo que encabezan Eritea, Corea del Norte y Arabia Saudita. Pero no se explica la razón de ello: en las naciones mencionadas sí se contabilizan a los “desaparecidos” como muertos y en México el tema es obtuso y con frecuencia mentiroso. Hay más “levantados” que ensangrentados… pero los primeros rara vez regresan.

Otra medalla, la de la simulación de asesinatos, pata el pecho de peña nieto.

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